Rajoy e Iglesias escenifican sus nuevos papeles como presidente y jefe de la oposición

Investidura de Rajoy

Rajoy e Iglesias escenifican sus nuevos papeles como presidente y jefe de la oposición

    Mariano Rajoy y Pablo Iglesias

    El presidente del Gobierno en funciones evita ‘hacer sangre’ al PSOE y encumbra a Pablo Iglesias en líder de la oposición. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha encumbrado hoy en el debate de investidura al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, como el nuevo líder de la oposición. El dirigente popular ha evitado en todo momento ‘hacer sangre’ al PSOE y ha centrado todas sus críticas en una figura: Pablo Iglesias, dejando a los socialistas en segundo plano. Incluso, ha lanzado un guiño a estos últimos con su anuncio de suspender las reválidas educativas.
     
    El PSOE no es el rival, el enemigo es Podemos. Esta es la idea que Rajoy tiene en la cabeza después de que el Comité Federal diera el pasado domingo luz verde a la abstención en la investidura. Y así lo ha escenificado en el Congreso. «Tengo bastante más que ver con ustedes que con los partidos independentistas. No es bueno demonizar al adversario. El mundo ha cambiado», ha afirmado el jefe del Ejecutivo en funciones, que ha admitido que no tiene ningún acuerdo con los socialistas, «pero yo haré lo que pueda para gobernar, voy a intentar acordar, voy a poner todo de mi parte y soy consciente de que la gobernabilidad se trabaja en el día a día».
     
    El líder del PP ha sorteado en todo momento los ataques del portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Antonio Hernando, hasta el punto de que ha accedido a una de las principales reclamaciones del PSOE en los últimos meses. Ante la sorpresa de todos los asistentes Rajoy ha anunciado que las pruebas externas de ESO y Bachillerato, más conocidas como reválidas, quedan en suspenso.
     
    El ‘cara a cara’ entre Hernando y Rajoy ha dado poco de sí, ya que a esto hay que sumar que el socialista ha renunciado a la duplica. Algo que no ha hecho, por ejemplo, Pablo Iglesias.
     
    El secretario general de Podemos y el presidente del Gobierno en funciones han protagonizado el debate más tenso y, a la vez, emocionante, de esta jornada.
     
    «Dicen que han movilizado a quinientos policías, hay más delincuentes potenciales en esta cámara que ahí fuera señorías», ha llegado a decir Iglesias en el momento más bronco de su intervención en alusión al dispositivo policial con motivo de la manifestación de ‘Rodea el Congreso’. Unas palabras que han costado al dirigente de Podemos que la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, le haya llamado la atención.
     
    El líder de la formación morada ha acusado al PSOE de estar «más cerca del PP» que de su partido y ha calificado de «histórico» que «vaya a entregar el Gobierno» a Rajoy. Además, ha lanzado un mensaje a Hernando: «Acudir a los principios centenarios tiene sus riesgos. Pero hubo un marxismo que abrazaron, el de Groucho Marx. Estos son mis principios, pero puedo cambiarlos«, ha ironizado Iglesias.
     
    Tras esto, se ha dirigido hacia Rajoy. Y lo ha hecho para decir que entiende «que no se maneje usted con Twitter, pero con los SMS se maneja usted de maravilla» en referencia a los mensajes de texto al extesorero Luis Bárcenas. Algo ante lo que se ha quedado callado el popular.
     
    «Lo que usted plantea es un debate de Twitter. Para mí es muy dificil contestarle a todo. No me manejo bien en esos mundos», ha asegurado el presidente del Gobierno en funciones, que ha destacado que «en Twitter voy mejorando y con los SMS me manejé peor, pero ahora también voy mejorando».
     
    A partir de este momento ambos han desplegado su mejor ironía y Rajoy ha defendido que «no es perfecto» y ha preguntado a Iglesias «¿Por qué cree que tenemos mas apoyos que ustedes, se ha parado a pensarlo, o es que tenemos suerte?». Y es que, ha recordado al secretario general de Podemos que «no fueron capaces de articular una mayoría razonable ni de ganar las elecciones».
     
    El debate de esta mañana, previo a la primera votación de la investidura, ha servido para que ambos se encumbren como presidente del Gobierno y jefe de la oposición, un puesto, este último, que se ha quedado ‘vacante’ tras la dimisión de Sánchez y a la espera de que el PSOE decida qué hace.
     

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