Baltasar Garzón asegura que ‘fueron a por él’ por investigar la estructura de un “grupo criminal” como el PP

Memorias de Baltasar Garzón

Baltasar Garzón asegura que ‘fueron a por él’ por investigar la estructura de un “grupo criminal” como el PP

Baltasar Garzón, exjuez de la Audiencia Nacional

El exmagistrado relata en sus memorias las ‘verdaderas’ razones por las que fue apartado. Baltasar Garzón publicará en las próximas fechas “En el punto de mira”, un libro donde relata los 28 años que pasó en la Audiencia Nacional. El exmagistrado detalla en él episodios tumultuosos donde considera que acabó siendo víctima de un objetivo: “Acabar judicialmente conmigo”. Según Garzón, ese objetivo nació del caso Gürtel, de los documentos encontrados a Luis Bárcenas, de las cuentas bancarias de Suiza, de la financiación “cuando menos irregular” del PP, del señalamiento de esta formación política como “estructura que se prestó a la más evidente degradación y la extensión territorial de la ilícita actuación del grupo criminal investigado”.
 
En el breve avance del libro que publica este lunes el diario El País, se observa a un Baltasar Garzón molesto pero contundente ante la condena que lo apartó: “Obedeció a razones ajenas a un verdadero sentido de la justicia”. No obstante, afirma sentirse molesto todavía por “la doble moral con la que se comportaron algunos de los magistrados que participaron en las causas que se siguieron contra mí […] Si algún comportamiento no constitucional hubo fue el de quienes no respetaron la presunción de inocencia y se dejaron guiar por prejuicios contra alguien que no había cometido delito alguno”, lamenta.
 
Baltasar Garzón amplía su crítica y lamento a muchos otros campos y circunstancias, como al de la figura judicial de la acusación popular. Garzón destaca que los comportamientos que mantuvieron Manos Limpias y Ausbanc denostaron el ejercicio de la acción popular “convirtiéndola en un instrumento de extorsión aceptado por un determinado sector del poder judicial, que no ha sabido discernir entre una acción en defensa de la sociedad y un instrumento de chantaje o coacción”.
 
“Los organismos judiciales no atajaron a tiempo la actuación de determinadas estructuras como Manos Limpias o Ausbanc, que instrumentalizaban la justicia y con las cuales tuve una confrontación profunda en diferentes ocasiones porque, para mí, sus intenciones torcidas eran evidentes. Unas intenciones que fueron oportunamente aprovechadas, desde la Justicia, por quienes no tienen demasiados escrúpulos para obtener los fines que persiguen” asegura el exmagistrado de la Audiencia Nacional.
 
Por otro lado, también revela su ya conocida opinión acerca de los casos no abiertos sobre el franquismo. “En el caso del franquismo, las sucesivas condenas y denuncias internacionales por la pasividad judicial española, auspiciada desde el Tribunal Supremo pero claramente insostenible jurídicamente por lo que comporta de abandono de las víctimas, han sido no solo abundantes, sino también definitivas para evidenciar, aún más si cabe, su clara posición de garantes de la impunidad más ramplona

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