La crisis no entiende de vacaciones: las solicitudes de becas comedor se disparan un 155%

Comedores escolares

La crisis no entiende de vacaciones: las solicitudes de becas comedor se disparan un 155%

Comedor escolar

La paralización institucional, el desbordamiento y la confrontación política dificultan la concesión de becas comedor en verano. Pepa Domingo de Educo ve que la “crisis no cesa y nos llegan más y más peticiones”. Con la recta final de las clases escolares en el horizonte, se abre en todo el territorio nacional un conflicto que preocupa ampliamente a los agentes sociales ante la falta de reacción de algunas administraciones. ¿Qué sucederá con los comedores escolares en verano? Una pregunta que se hacen las organizaciones y los padres de alumnos.

Los malabares de los familiares para poder alimentar a los más pequeños de las casas los ha plasmado Educo en sus conocidos anuncios televisivo. Un spot que es una realidad, como confirma a ElBoletín.com la coordinadora de la campaña, Pepa Domingo Puig: “Muchos abuelos llegan a entidades con las que colaboramos con gran angustia y llorando. Nos hemos visto desbordados”.

La anunciada recuperación de la crisis no ha hecho acto de presencia en este tipo de organizaciones que, al contrario, ha visto que cada año el problema de la falta de una comida completa al día en verano va a más. “Este verano hemos tenido un aumento de las peticiones del 155% respecto al año pasado. Nos llegan peticiones de todas las comunidades autónomas”, lamenta la coordinadora de Educo.

Educo ha visto cómo se han disparado un 155% las peticiones de becas

A pesar de que tanto sindicatos como este tipo de asociaciones han apreciado una cierta concienciación política, el camino por hacer aún es largo: “Nos hemos encontrado cierta mejora, existe más preocupación de generar becas, pero la crisis no cesa y nos llegan más y más peticiones de becas comedor”, asegura Domingo Puig. Unos pasos insuficientes para la secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO Madrid, Isabel Galvín, que aprecia, como relata a ElBoletín.com, que la “confrontación política” aún pesa mucho, sobre todo en la región madrileña: “Pedimos, en su tiempo, una mesa de trabajo sobre este tema con diversos agentes para diagnosticar la realidad y tanto el Ayuntamiento de Madrid como la Comunidad de Madrid no han tenido ese diálogo”.

Las trabas administrativas, enemigas de las familias

Mientras tanto, a menos de una semana para que los alumnos dejen de ir a los colegios, las familias siguen sin ver una salida donde la política hace de todo menos ayudar. Porque como plasmaba la serie norteamericana The Wire, donde estrujar los números para el beneficio político es la tónica habitual de la administración, en España no hay excepción, como cuentan en Educo: “Los políticos hacen trampa. En Cataluña en el curso escolar se han ido cerrando cantinas por el horario intensivo, cada vez más institutos dejan de tener esas cantinas y ‘si no las veo, no hay problemas’, piensan los políticos. Nos llaman institutos pidiendo ayuda, pero no llegamos. En secundaria es un drama que están silenciando”.

Unas ‘trampas’ que no son tales en la Comunidad de Madrid, aunque la sombra de la sospecha se coloca sobre sus números en esta materia. Si durante el curso 2014-2015, el Gobierno regional gestionó un total de 16.000 becas comedor, la cifra se redujo drásticamente en verano: las solicitudes se quedaron en 650, como confirma la propia Consejería de Educación. Unos guarismos que “no cuadran” para CCOO. “El Partido Popular dijo que las cifras no eran tantas y esto se debía a una falta de información que no tuvieron las familias, así como los dificultosos trámites burocráticos y la política de austeridad que se ha impulsado con tantos recortes que ha dado paso a un modelo de caridad. Es un número que no cuadra y más viendo las cifras de Cáritas Madrid y de otras organizaciones. Los propios centros observan que no cuadran”, asevera Galvín.

En el ámbito estatal, Educo también ha apreciado ciertos vacíos legales por donde caen muchas familias en este asunto, como es el caso de la declaración de la renta, fundamental para reclamar una beca comedor. “La declaración de la renta varía en pocos meses; hay gente que al no llegar al mínimo para hacer la declaración de la renta no la presentan y por lo tanto no puede optar a becas o hay gente que sí presenta la declaración de la renta, presenta la beca, pero se la deniegan porque no llega a los requisitos y piden revisión y hasta febrero o marzo no les dan la resolución. De hecho, hay CC.AA como Extremadura que pagan en junio. O en varias regiones que han bajado los requisitos para optar a estas becas: de una renta de 1.000 euros a 800 y mucha gente con una renta de 900 o 1.000 euros no pueden presentar beca y con lo que ganan no les llega”, denuncia Domingo Puig.

Una transferencia de competencias que llega a despistar a las familias y donde las diversas administraciones, que “han compartimentado también cada asunto de la infancia en distintas consejerías”, se ven desbordadas –“como sucede en Barcelona donde 4.000 personas han llegado nuevas a los servicios sociales”- y con un “Estado central que no obliga a controlar nada”. “Aquí hay una negligencia. El Gobierno tendría que garantizar que se cumplan los derechos”, censura la coordinadora de campañas de Educo, sobre un conflicto que acecha a “uno de cada tres niños que está en riesgo de pobreza”, lo que “significa que este verano, cuando el colegio termine, también terminará el acceso a una comida saludable y completa al día”.

¿Qué hará Madrid?

El Gobierno de Cristina Cifuentes ha incluido en los presupuestos anuales una partida de dos millones de euros, que planifican que llegará a 16.000 beneficiarios, tal y como confirman desde la Consejería de Educación a ElBoletín.com. En el caso de exceder esos dos millones, aseguran que ampliarán la partida. Un guiño que han de recoger los propios ayuntamientos que son los que deciden si abren o no el colegio. “Una vez que ese ayuntamiento contrate un servicio de comida, le pasa la factura a la Comunidad de Madrid. Los ayuntamientos saben que cuentan con ese dinero”, declaran desde el departamento regional.

Madrid recibió tan sólo 650 peticiones el verano pasado. Número que «no cuadra» a CCOO

Un guante que, pese a que el Ayuntamiento de Manuela Carmena aún no ha anunciado su plan de choque en esta materia, recoge el Consistorio. “Ningún menor que viva en Madrid se va a quedar sin comedor en su colegio porque su familia no pueda pagarlo. Las familias que ya estén dentro del programa de ayudas de la Comunidad de Madrid y que no puedan hacer frente al precio reducido de éste, podrán solicitar su pago al Ayuntamiento de Madrid”, afirmó el Ayuntamiento a principio de junio. Aun así, la apertura de los colegios públicos y la colaboración con las entidades sociales –determinantes para evitar la estigmatización de los más pequeños en verano al ir al colegio en vacaciones-, por el momento, no ha sido anunciada.

Una falta de noticias que esas entidades sociales también han vivido por parte del Gobierno de Cristina Cifuentes, como apuntilla Domingo: “En la Comunidad de Madrid nos han dicho las entidades con las que colaboramos que de momento no han llegado los dos millones de euros que iba a destinar la Comunidad a las becas comedor en verano. Ni siquiera les ha llegado cómo reclamarlas. Si no lo hacen pronto…”.

El Defensor del Pueblo toma la palabra

La paralización institucional está más vigente que nunca. Mientras tanto, la presión social sigue aumentando para plantar cara a los problemas alimenticios de los alumnos en verano. Algo de lo que ha tomado cartas en el asunto el propio Defensor del Pueblo que ha exigido a las administraciones públicas “que garanticen la alimentación de los menores de familias vulnerables, especialmente en periodos no lectivos”, ya sea a través “la apertura extraordinaria de comedores escolares, el establecimiento de campamentos de verano, o la asignación de cheques o tarjetas sociales de prepago para comprar alimentos”, pero que lo hagan.

Una demanda a la que también se ha sumado la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos que lamenta que “esta supuesta bonanza económica sigue sin llegar a un gran número de niños y niñas que están en situación de pobreza y que en muchas ocasiones, la única comida que realizan es la del colegio”. Por ello, como coinciden todos los agentes sociales, recuerdan que “una sociedad que no es sensible a la situación y necesidades de sus menores, es una sociedad sin futuro”.

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