Cebrián, Felipe González y Margallo evaluarán este jueves la situación del país latinoamericano en un momento en el que el foco mediático está sobre Venezuela y sobre algunos de los ponentes. ¿Qué tienen en común José Manuel García-Margallo, Felipe González y Juan Luis Cebrián? Una palabra: Venezuela. Aparte de la buena sintonía entre el expresidente socialista y el presidente de Prisa, los tres personajes públicos han coincidido, últimamente, en dedicar gran parte de su tiempo al país latinoamericano: González viajando a Venezuela preocupándose por la oposición; Cebrián escribiendo varios editoriales en El País criticando a Nicolás Maduro y a Podemos por su supuesta vinculación con el Gobierno bolivariano; y Margallo, en su papel de ministro de Exteriores, llamando a consulta en varias ocasiones al embajador venezolano en España.
Una dedicación que ha llevado a la Casa de América a organizar un evento en el que los tres participarán para realizar “una reflexión sobre el presente” de Venezuela. El encuentro se celebrará este mismo jueves a las 12 de la mañana en el edificio que tiene la institución dirigida por el Ministerio del Exterior en la Plaza de Cibeles en un momento donde el foco mediático se ha situado en el país sudamericano y en alguno de los protagonistas que participarán en el panel.
De hecho, la cita será tan sólo tres días después de que el diario El Mundo publicase este lunes una carta que vinculaba al expresidente socialista y al entorno más cercano del presidente de Prisa con un exdictador africano. Concretamente, como muestra la misiva, Felipe González reclamó al máximo mandatario de Sudán del Norte, Omar Al-Bashir, condenado por la Corte Penal Internacional, que favoreciese al empresario Massoud Zandial, socio y amigo de Cebrián.
“Puedo asegurar que es una persona honorable, seria, trabajadora y con relaciones internacionales al más alto nivel […] lleva muchos años dirigiendo Star Petroleum y otras compañías con demostrada profesionalidad y eficiencia”, recomendó González al dictador africano basándose en la gestión de Zandial en la petrolera de la que es consejero delegado el presidente de Prisa.
