La Unión de Policía Municipal denuncia que parte de los miembros politizan las demandas para conseguir mantener sus privilegios salariales en unidades como las UCEs. Después de la polémica manifestación de efectivos de la policía municipal de Madrid, que acabó en hostigación e insultos del concejal Javier Barbero, otro sindicato del cuerpo denuncia sentirse “avergonzado” por los hechos. “No nos representan”, clama la Unión de Policía Municipal (UPM), el segundo sindicato con más representación del colectivo.
Critica que la concentración de unos 300 policías ayer reclamara solo por boca de “unidades concretas con un superávit de personal insultante”. Denuncian que los miembros de las unidades especiales del estilo de las UCEs y que ayer protestaban contra el concejal ganan hasta 400 euros más que el resto de compañeros de destinos comunes.
“No comenzaba bien la cosa cuando se convocaba unilateralmente una concentración politizada a más no poder”, denuncia el sindicato en un comunicado. Consideran que el sindicato mayoritario y convocante de la protesta ante el área de Seguridad, el Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM), “engaña y utiliza” a sus propios representados.
Con el mismo comunicado, el sindicato se dirige en primera persona al concejal del ramo para pedirle que “el bochornoso espectáculo que se dio ayer” no afecte a los acuerdos vigentes ni a la negociación futura del cuerpo con el Gobierno municipal.
Dicen sentirse “avergonzados” ante la imagen del cuerpo que transmite este tipo de actitudes de algunos de sus miembros, y claman que su “paciencia se ha agotado”. Critican que se hace un “desprecio continuo” al cuerpo por parte “de una minoría privilegiada” y que se politiza la protesta de los policías. Consideran los hechos de ayer “un insulto a la inteligencia del personal dentro de los bulos emitidos, la aberrante victimización y el creciente ridículo de algunos portavoces en los medios”. “No representan a los policías de Madrid”, clama la plataforma sindical.
“Basta ya de pantomimas, de malas obras de teatro y de dramas de sobremesa, nuestras condiciones laborales y profesionales no se defienden poniéndonos continuamente en la picota” denuncian.
