España incumple su propia Ley de Asilo al no desarrollar el reglamento en seis años

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España incumple su propia Ley de Asilo al no desarrollar el reglamento en seis años

El pasado 20 de julio se cumplía el plazo para que los países de la UE adoptaran la directiva europea de acogida de refugiados. En la práctica y en plena crisis internacional funciona un reglamento de 1994. Una cuestión de prioridades. Así se podría entender el hecho de que España no haya dotado de un reglamento a una parte de la Ley del Derecho de Asilo, que entró en vigor en 2009, hace casi 6 años. El desarrollo reglamentario es lo que fija las condiciones para que una ley sea efectiva. Si no hay reglamento, gran parte de la norma no se cumple en la práctica. Además, se ha desoído el plazo de la Unión Europea para trasponer la nueva directiva de acogida, que obligaba a los estados miembros a adoptar las últimas normas comunitarias sobre protección internacional antes del pasado 20 de julio.

“España no tiene reglamento de acogida que desarrolle la ley desde 2009 por dejadez”, afirma a este medio Paloma Favieres, coordinadora de los servicios jurídicos de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). “Ese reglamento nunca ha llegado”, afirma, a pesar de que las organizaciones consultadas para su elaboración, como CEAR, lleven reclamándolo desde que se implantó la ley. “Me hace mucha gracia que los políticos españoles se vayan a Europa a pedir un sistema común. Pero por favor, ¡si tienen que aprobar desde hace cinco años un reglamento!”, critica la coordinadora.

¿Y en qué podría afectar esa laguna a la situación actual? Un punto clave es que la ley española contempla la posibilidad de solicitar en embajadas y consulados españoles “el traslado a España para tramitar aquí la petición de asilo”. “Cuando nosotros hablamos de vías legales para que la gente no se muera en un barco, no es demagogia, es que hay que desarrollar el artículo de la ley que permite que las personas puedan acudir a las embajadas”, denuncia Favieres, que nos informa de que, en este sentido, la ley española es una de las más garantistas. “Somos de los pocos países europeos que tienen esa posibilidad en la ley, porque se peleó mucho cuando se hicieron las propuestas en 2009 y, sin embargo, se nos ha quedado en papel mojado”, lamenta.

La mayoría de los estados europeos exigen que los refugiados lleguen hasta la frontera de un país para solicitar la acogida. La ley española, en su artículo VI, establece que las personas que teman por su vida y acudan a la embajada o consulados españoles en su propio país, podrán pedir al embajador que valore su situación para que España se haga cargo del traslado. “Pero lo que dice la ley es que las condiciones del traslado serán objeto de desarrollo reglamentario. Como no hay, pues no se puede”, denuncia la coordinadora de CEAR.

Esta falta de normativa dificulta, según la experta, otras muchas cuestiones a la hora de tomar decisiones sobre una solicitud de asilo: “Se están dificultando cuestiones prácticas en un sistema que podría ser bueno. Por ejemplo, si hablamos de trato diferenciado, un reglamento tiene que recoger qué es un tratamiento diferenciado”, explica Paloma Favieres. España se rige hoy, en parte, por la ley de 2009, y también por un reglamento antiguo, el que regía con la ley del 94.

En 2009, se creó este folleto provisional para informar a los demandantes de asilo de las condiciones legales de la acogida en España, siempre a falta de un reglamento de próxima redacción. Pero han pasado 6 años y ese folleto provisional sigue vigente.

El asilo no es igual para todos

Cabe preguntarse qué actuaciones legales son capaces de coordinar estos días los estados europeos, teniendo en cuenta los largos plazos que han necesitado para reflejar en sus legislaciones nacionales las normas del Sistema Europeo Común de Asilo (SECA). Es un paquete de directivas en el que la UE trabaja desde 1999 para mejorar el marco legislativo y adoptar “decisiones más justas, rápidas y acertadas”, según el propio programa. España lo adaptó en parte en 2009, y de ahí la actual ley de asilo y refugio española.

Por tanto, para la experta, no se trata de una cuestión opcional: “No es solidaridad, es que hay que cumplir la ley, y cuando tú firmas la Convención de Ginebra estás obligado a dar acogida a las personas que huyen por uno de estos motivos”. Lamentablemente, este tipo de convenciones no tienen mecanismo sancionador y, en todo caso habría que recurrir caso por caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

Sin embargo, y a pesar del caos actual, la experta valora positivamente el sistema de asilo español, aunque admite que comenzó a saturarse a final de 2014, cuando aumentaron las solicitudes de asilo de ciudadanos ucranianos y sirios.

“Desde 2005, ninguna de las personas que accedía a la valla de Melilla podía pedir asilo

España es uno de los países europeos que menos solicitudes de asilo recibe (45 por cada 100.000 habitantes), y esto tiene varias explicaciones. Según aclaran desde CEAR, España no ha permitido que las personas que llegaban hasta su frontera sur (Ceuta y Melilla) hicieran uso del sistema de asilo. “Desde 2005, ninguna de las personas que accedía a la valla de Melilla podía pedir asilo, porque se les estaba aplicando un no procedimiento: se les estaba devolviendo según entraban en el entrevallado”. Esta falta de acceso al procedimiento anula por completo las declaraciones que ayer hacía el presidente, Mariano Rajoy, en su visita a Reino Unido: «España no le va a negar el asilo a nadie. Nunca lo ha hecho», afirmaba. A miles de personas ni siquiera se les ha ofrecido solicitarlo.

Mas tarde, la apertura de una oficina de asilo en Melilla hizo crecer las solicitudes, sobre todo de sirios y palestinos, a partir del último trimestre de 2014, puesto que ese procedimiento en frontera antes no existía. En segundo lugar, las condiciones de acogida que, a priori, eran buenas, dejaron de serlo con el mayor número de solicitudes sin el correspodiente aumento de recursos: “Teníamos un buen sistema, pensado para 2.000 o 3.000 solicitudes. No para 6.000. En 2014 se saturó, hay una lista de espera para poder acceder a los Centros de Acogida de Refugiados y se ha acortado la estancia para poder permanecer en ellos”, comenta Favieres.

En ese sentido, desde CEAR explican que el asilo en España presenta un mejor nivel de protección “desde que se empezaron a tramitar las solicitudes sirias”, siendo mucho más restrictivos con los demandantes de otros orígenes.

La experta reconoce, en todo caso, que España no ha sido “un país de refugio históricamente”, y en el caso de los sirios, muchos de ellos cuentan con red familiar y compatriotas en otros países como Alemania y Suecia, donde saben que pueden contar con más posibilidades para trabajar o formarse. Un factor que también explica que desde que comenzó la guerra la mayor parte de sus solicitudes se dirijan a otros países.

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