Crece la tensión entre los vecinos de Carabanchel y la parroquia de los ‘Kikos’

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Crece la tensión entre los vecinos de Carabanchel y la parroquia de los ‘Kikos’

Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal

La Plataforma de Vecinos del Barrio de Opañel denuncia amenazas a sus miembros que siguen movilizándose para que la parcela contigua al templo se destine a equipamientos públicos. Las movilizaciones que los vecinos de Carabanchel realizan desde hace más de un año para que se destine a usos sociales la parcela contigua a la parroquia de Santa Catalina Labouré, propiedad del grupo religioso ultraconservador Camino Neocatecumenal -institución católica más conocida como los Kikos- están aumentado la tensión entre la comunidad parroquial y los residentes.

La Plataforma de Vecinos del Barrio de Opañel denuncia en su twitter que vecinos de la plataforma y ajenos a ello han sido increpados y amenazados en las últimas semanas, mientras que la Federación de Asociaciones Vecinales de (Fravm) informa en su web que “un miembro de la parroquia de los kikos agredío a una vecina de la Plataforma de Opañel”.


Los supuestos hechos ocurrieron la semana pasada, el 9 de julio, cuando el pasado Sara, cuando -siempre según la Fravm- “una vecina de Opañel fue agredida en la puerta de la parroquia Santa Catalina Labouré del Camino Neocatecumenal (más conocida como los kikos), por una persona que se identificó como el jardinero, que la agarró del cuello, la tiró al suelo y la arrastró porque su perro había pisado el césped”.

Explican desde la federación vecinal que la vecina entró en la iglesia “pero dentro negaron conocer al hombre” y que “solo cuando llegó la policía admitieron que frecuenta y atiende la iglesia y facilitaron sus datos”, por lo que la vecina presentó una denuncia acompañada de un parte de lesiones.

Actitudes hostiles

La Fravm informa que la Plataforma Vecinal de Opañel no cree que la agresión tenga una relación directa con la protesta, pero «sí con el clima de tensión que desde hace más de un año se respira en el barrio” desde que comenzaran las protestas vecinales contra el ‘ostentoso’ proyecto de la parroquia, que contempla la construcción de una cripta y un complejo funerario en un parcela que el vecindario reivindica para su destino a un polideportivo u otros equipamientos sociales.

La plataforma vecinal denuncia que, desde el inicio del conflicto, los miembros de la parroquia “han ido fomentando actitudes hostiles hacia los vecinos que apoyan la protesta, desde preguntar a los niños que hacen la comunión si sus padres la apoyan, hasta ser increpados, amenazados y, a veces, a punto de ser agredidos por miembros de la misma”. Desde las redes sociales, añaden que “han señalado personalmente a los vecinos más activos como auténticos radicales por el mero hecho de defender un barrio mejor para todos y no para unos pocos”.

También hacen notar que en este tiempo “hemos asistido a un exagerado despliegue policial para proteger la iglesia, en especial durante las obras del aparcamiento y la instalación del vallado”, un hecho que, en su opinión, supone “un gasto público innecesario” teniendo en cuenta que “jamás ha habido una sola intervención policial” en las movilizaciones.

Según advierte dicha plataforma vecinal, en declaraciones recogidas por la Frvm, “la agresión a Sara ha traspasado la línea roja” criticando que la parroquia “ha encubierto y protegido al agresor cuando debería haber denunciado”. Recriminando especialmente la actitud del párroco “que elude cualquier responsabilidad ya que ha declarado que no considera ‘tan grave’ lo acontecido y se ha negado a condenar públicamente la agresión”.

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