Los guardias civiles se ofrecen a pagar sus chalecos antibalas, hartos del “abandono” de Interior

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Los guardias civiles se ofrecen a pagar sus chalecos antibalas, hartos del “abandono” de Interior

Guardia Civil

Denuncian la falta de medios materiales y su discriminación con los policías frente a la amenaza yihadista. Las asociaciones profesionales de la Guardia Civil vuelven a denunciar públicamente la situación “próxima a la indigencia” que están sufriendo los agentes del Instituto Armado debido al “abandono” que sufren por parte del Ministerio de Interior y lo discriminados que se sienten frente a la Policía Nacional.

Concretamente, es la Unión de Guardias Civiles, UniónGC -la segunda organización asociativa de este cuerpo y con representación en el Consejo de la Guardia Civil- la que alerta de “la falta de medios humanos y materiales” que sufre la Benemérita y pone como ejemplo que al Cuerpo Nacional de Policía se le va a suministrar nuevos chalecos antibala personales, más modernos, algo que no está previsto para la Guardia Civil, por lo que se ofrecen a pagarlos de su bolsillo.

UniónGC dice tener constancia de que “ante los desgraciados hechos ocurridos en la localidad de Vigo (Pontevedra), con el fallecimiento de una compañera de la Policía Nacional y otro compañero herido de gravedad, además y de forma agravada con los hechos terroríficos ocurridos en Francia con el peligroso crecimiento del terrorismo yihadista, es por lo que desde altas esferas del Cuerpo Nacional de Policía, previo consentimiento del Ministro del Interior, se va a dotar en diferentes fases, de chalecos antibala personales, cómodos, ligeros y flexibles, aptos para ser utilizados con cualquier climatología, a todos los Policías Nacionales, hecho este que para nada está previsto que beneficie a los Guardias Civiles, que una vez más somos policías de ligas inferiores.”

Por ello, este colectivo -”después de realizar un sondeo de necesidades urgentes entre los guardias civiles y ante la necesidad vital y coincidente de mejorar la protección personal”- ha presentado un escrito en la Dirección General de la Guardia Civil “ofreciendo alternativas a la supuesta incapacidad para facilitar chalecos personales útiles para una protección personal de los guardias civiles”.

En dicho escrito, se pide a la Dirección General un programa urgente de compra voluntaria para que “aquellos agentes que lo deseen puedan comprar estos chalecos pagándolos con sus propios medios” y se propone la posibilidad de que los agentes que adquieran dichos medios de protección recuperen dicho dinero en un plazo de dos años -vía desgravación en la Declaración de la Renta.

Además, plantean establecer convenios con entidades bancarias para que los agentes que no puedan hacer la compra del chaleco en una pago único puedan tener acceso a “créditos a muy bajo interés” con un plazo de devolución equivalente a la desgración en el IRPF, es decir de dos años.
Críticas al ministro

Dicha asociaciación profesional se muestra tajante al recordar “la necesidad de dotar a todos los guardias civiles de chalecos óptimos para una jornada laboral larga y llena de incidencias” pero también a la hora de recordar que “desde el Ministerio del Interior se hacen oídos sordos ante las constantes y urgentes necesidades que sufrimos los guardias civiles”.

Critican los guardias civiles que el Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz “presume innecesaria la dotación de algo tan fundamental como un chaleco antibalas” cuando”desde este mismo Ministerio se ha elevado hace días el nivel de alarma al 3 (riesgo altamente probable de atentado terrorista) ante la amenaza yihadista”.

Reprochan al ministro que no haya tomado ninguna medida “ para dotar a los guardias civiles de material necesario de autoprotección y lo camparan con lo que ha hecho el Gobierno francés que “ acaba de aprobar una partida de 450 millones de euros para combatir esta nueva realidad terrorista en Francia”.

Y concluye este colectivo que el ministro podría “haber empleado por ejemplo los 33 millones de euros anuales que se llevan las empresas privadas de seguridad por prestar servicio en la prisiones estatales, en una mejor preparación y dotación de sus fuerzas y cuerpos de seguridad, principalmente a los ‘últimos de Filipinas’, los guardias civiles”.

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