Luisa Fernanda Rudi planea dejar en manos privadas el nuevo Hospital de Alcañiz. Oposición y ciudadanos rechazan imitar a Madrid y Valencia con este “experimento”. La privatización de hospitales se extiende por España. El modelo de gestión público-privada que nació en la Comunidad Valenciana de la mano del PP, mismo partido que intentó implantarla en Madrid sin éxito, está a punto de ‘desembarcar’ en Aragón. La presidenta de la región, Luisa Fernanda Rudi, pretende dejar en manos privadas el nuevo Hospital de Alcañiz, algo que rechazan tanto los partidos de la oposición como los propios ciudadanos. Dicen que este proyecto es un “experimento” que no están dispuestos a pagar.
Según han denunciado diversos colectivos de la Marea Blanca, el objetivo del Gobierno aragonés es construir el nuevo hospital bajo el modelo PFI, es decir, que se encargue de levantarlo una empresa privada a la que la Administración cederá la gestión de los servicios no sanitarios durante casi 30 años. Aunque el colectivo duda de que no se vaya a dejar también en manos privadas la gestión del centro en un futuro.
El proyecto del nuevo Hospital de Alcañiz sería la primera experiencia de Aragón con la gestión sanitaria público-privada, pero ni la oposición ni los propios ciudadanos van a quedarse de brazos cruzados ante un modelo que consideran “fracasado” y que temen podría extenderse en la región si el PP logra ‘salirse con la suya’.
Uno de los más críticos con el modelo ha sido el PSOE, que ha censurado que Rudi pretenda imitar a Madrid y Valencia y convertir a los aragoneses en “paganos” de un “experimento” que considera inviable. Es por ello que los socialistas de la región han presentado un total de 18 alegaciones al estudio de viabilidad económico-financiero para la construcción y explotación del nuevo Hospital de Alcañiz que ha encargado el Gobierno autonómico del PP.
Alegaciones que, tal y como informa el partido en su página web, se basan en la “defensa de un modelo sanitario público” que se verá “quebrado” con la fórmula de colaboración público-privada, que pondrá “en grave riesgo la atención de calidad, universal y gratuita” que existen en la actualidad. Asimismo, el PSOE pone en evidencia las intenciones de Rudi de convertir esta región en “conejillo de indias” de un “experimento” que ha sido un “fracaso” en las comunidades en las que el PP lo ha implantado, y critica que el proyecto es un “auténtico disparate económico” porque costará a los aragoneses “más de 400 millones de euros”.
Y los socialistas no son los únicos que van a presentar alegaciones al proyecto del Ejecutivo aragonés. La Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública, en la que se integran partidos como IU y colectivos de la Marea Blanca, ha entregado hoy en la sede central del Servicio Aragonés de Salud las miles de alegaciones que se han recogido desde que, a finales del mes pasado, se hiciera público en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) el mencionado estudio de viabilidad.
Entre estas alegaciones destaca la que carga contra la “inviable e insostenible” estimación de que la construcción y gestión del nuevo Hospital de Alcañiz costará a las arcas públicas 561 millones de euros, cuando la construcción el edificio está fijada en 91 millones (seis veces menos).
Para IU, la privatización que plantea el Ejecutivo del PP “no tiene ningún aspecto positivo frente a la construcción con recursos propios y de forma directa”. En opinión de la formación, “es la prueba fehaciente de que sólo se persigue generar un negocio para las empresas promotoras, persigue el beneficio privado a costa del empleo público y calidad asistencial y además confirma, por un lado, que este tipo de fórmulas son fórmulas fracasadas y, por otro, que además de ser más caras abren la puerta a la liquidación del servicio aragonés de salud como ente público”.
