Enel acaba de confirmar el destierro de Endesa de tierras Latinoamericanas. La energética italiana se lanza a por el control total de la brasileña Coelce a través de su filial chilena. El destierro de Endesa en Latinoamérica ha comenzado. La italiana Enel, dueña de la práctica totalidad de las acciones de la otrora eléctrica sevillana, ha comenzado a engordar su marca chilena Enersis en detrimento de la primera. Una puja por el control total de la brasileña Coelce es la primera operación vetada para la cotizada en Madrid.
Tras el vaciado de activos latinoamericanos que Enel perpetró en Endesa el verano pasado, ha llegado su prometido arrinconamiento a la Península Ibérica. Tal y como los italianos se habían comprometido para ganarse la confianza de sus socios chilenos, la nueva operación del grupo energético al otro lado del Atlántico se llevará a cabo íntegramente a través de Enersis. Un movimiento que pretende reforzar el peso de la filial andina en el conjunto de una compañía en la que su marca para España tiene cada vez menos peso internacional.
Enel ha anunciado este miércoles que formulará una OPA por Coelce a través de Enersis. Una operación valorada en unos 473 millones de euros que tiene como objetivo hacerse con el control total de la brasileña, en la que ya ostenta una participación cercana al 59%. Un 91,7% de las acciones ordinarias de la nueva apuesta de los italianos ya obra en su cartera de participaciones.
La operación no alterará los balances financieros de Enersis dado que las cuentas de la brasileña ya se consolidaban en las de la filial chilena dado su papel de accionista mayoritario. La andina se confirma así como el único vehículo inversor de Enel en Latinoamérica en lo que se refiere a energías tradicionales, pues los proyectos de renovables se gestionan a través de la filial también cotizada Enel Green Power. Endesa, por su parte, se queda fuera de cualquier operación en la otra orilla del Oceáno.
