La especulación bursátil se apodera de Prisa a la espera de los próximos movimientos de sus acreedores

Bolsa

La especulación bursátil se apodera de Prisa a la espera de los próximos movimientos de sus acreedores

Logotipo del Grupo Prisa

Las últimas dos sesiones han sido de vértigo en Prisa. La negociación se ha disparado entre movimientos de accionistas de referencia y especulaciones sobre las posibles exigencias de la banca acreedora. Prisa ha comenzado el año con la negociación bursátil más que disparada. La especulación en torno a los próximos movimientos del grupo de medios para cumplir con las exigencias impuestas en su enésima refinanciación de deudas y el inminente desembarco en Bolsa de 75 millones de nuevas acciones han desatado la especulación en la presidida por Juan Luis Cebrián.

En las últimas dos sesiones de Bolsa, han cambiado de manos cerca de ocho millones de acciones de Prisa, una cota poco habitual en los registros de la compañía. Y es que, según varios gestores de carteras consultados, la especulación en torno al futuro más inmediato del grupo de medios y los movimientos cruzados entre los inversores de referencia, apremiados también por los vencimientos de sus respectivos créditos, han desatado una avalancha de órdenes de compra y venta sobre una habitual de las apuestas más especulativas del parqué madrileño.

El último de los movimientos que ha despertado las suspicacias de los inversores de perfil más especulativo ha sido el traspaso de acciones entre dos de los nombres fuertes de Prisa fuera de mercado. OTNAS, la sociedad que agrupa a los principales accionistas del grupo entregó a Asgard Inversiones un paquete de 10,17 millones de acciones a cambio de un único euro. Todas estas acciones, según consta en la nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) explicando la operación, estaban pignoradas también como garantía de un préstamo suscrito por Rucandio, Berggruen y Marin Franklin. Lo curioso del caso es que la sociedad compradora es administrada por Borja Pérez Aruana, hijo de uno de los ya fallecidos cofundadores del grupo, Francisco ‘Pancho’ Pérez.

Las voces más críticas con los gestores de Prisa no han tardado en vincular este movimiento con el de la reciente conversión de warrants en acciones pendientes aún de ser admitidas a negociación en Bolsa. Lo cierto es que estos títulos se adquirieron a razón de dos euros cada uno de ellos a través de un préstamo de 150 millones de euros que concedieron los mismos bancos que pronto podrían convertirse también en accionistas en virtud de los términos de la que es la tercera refinanciación de deudas del grupo de medios en tres años.

Esta misma hoja de ruta, según se dio a conocer hace unas semanas, marcaba también la obligatoria conversión de estos warrants en acciones para reforzar el capital de la debilitada cotizada. Es así que los socios de OTNAS, con Rucandio al frente se apresuraron a suscribir un pacto de voto que regulase su poder en el nuevo mapa de accionistas de la compañía, en el que la referida sociedad inversora pasaría a rondar una participación del 42%.

Más información