Pescanova exige el estriptís inversor de Broadbill mientras llegan amenazas de huelga

La crisis de Pescanova

Pescanova exige el estriptís inversor de Broadbill mientras llegan amenazas de huelga

Instalaciones de Pescanova

Los gestores de Pescanova afirman que Broadbill llegó tarde para incluir puntos adicionales en el orden del día de su próxima junta extraordinaria. El clima desapacible que reina en el seno de Pescanova se vuelve más tenso. Los sindicatos amenazan de huelga mientras que los gestores de la pesquera gallega no solo han desestimado las peticiones de Broadwill para la próxima junta de accionistas, sino que los han exigido descubrir todas y cada una de sus posiciones de inversión en el grupo.
 
La respuesta de los gestores de la antigua Pescanova ha sido remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a modo de hecho relevante. En la misiva se explica que el complemento a la convocatoria de junta extraordinaria que Broadbill solicitaba no ha lugar a tenor de la Ley de Sociedades de Capital, que establece que los accionistas no pueden ejercitar el derecho a solicitar este documento “en ningún caso”, cuando la reunión sea de estas características.
 
Asimismo, la cúpula de la gallega rechaza los puntos adicionales que el fondo había solicitado incluir a través de un correo electrónico firmado por el director de operaciones, Jeffrey Magee. En esta ocasión, se explica que la solicitud llegó a la bandeja de correo entrante de la compañía el pasado 27 de febrero a las 20:21 horas, con lo que ya habría pasado el preceptivo plazo de los “cinco días siguientes a la publicación de la convocatoria”, que se dio a conocer el pasado 21 del mismo mes.
 
Además, de cara a la reunión que sigue convocada para el próximo 21 de marzo, los gestores de Pescanova lanzan un órdago a los de Broadbill. Piden al fondo que “al objeto de poder descartar cualquier eventual situación de conflicto de interés” descubran ante el mercado sus posiciones actualizadas en Pescanova, la actual matriz productiva Nueva Pescanova, así como su participación en créditos frente a esta última.
 
En los dos primeros casos, pide conocer “número de acciones” y “porcentaje que ello representa” en el conjunto de sus respectivos capitales. En el último se pide “especificación de saldos acreedores por cada uno de los tramos/tipos de crédito y de manera especial en relación con el denominado crédito supersenior”.
 
Por si fuera poco, la respuesta de Pescanova a las exigencias de su accionista solicita ahora de este una “manifestación razonada” acerca de si se considera o no “afectada por conflicto de interés” sobre los puntos del orden del día. En este sentido, un de los dos principales puntos que se presentarán son el respaldo u oposición a una ampliación de capital que incrementaría el peso de los acreedores en Nueva Pescanova pero diluiría del 20% a poco más del 5% a los de la antigua cabecera del grupo. El otro es el que trata sobre la remodelación del consejo de administración precisamente después del engorde de cartera de Broadbill.
 
Mientras el pulso sigue en el seno de la cotizada suspendida de negociación, los sindicatos de la compañía apuntan hacia la huelga y, de momento, han convocado paros parciales a partir del próximo día 9 de marzo. Este llamamiento procede de la sección de CCOO en la compañía, mientras que los representantes de CIG, UGT, USO y CUT han confirmado que este mismo sábado plantearán a la asamblea de trabajadores las medidas a tomar en adelante.
 
Estas iniciativas de presión llegan después de no haberse conseguido avances en una nueva ronda de negociación en torno a la última propuesta de convenios colectivos del grupo para las plantas de elaboración y frigoríficos. Los representantes de los trabajadores acusan a la compañía de intentar “rebajar” y “precarizar” sus condiciones laborales, según declaraciones recogidas por Europa Press.

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