Abengoa vuelve a ceder en Bolsa pese a los ERE de sus filiales

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Abengoa vuelve a ceder en Bolsa pese a los ERE de sus filiales

Sede de Abengoa

La Audiencia Nacional ha percibido indicios de delito de administración desleal en el expresidente Benjumea y en otros cuatro exconsejeros de la renovable sevillana.

El rojo ha vuelto a instalarse sobre la gráfica de Abengoa a pesar de haber dado un nuevo paso hacia su reorganización de negocio. La cotizada cede en Bolsa por tercera sesión consecutiva con caídas del 0,5% en los cruces más bajistas a pesar de que dos de sus filiales han aprobado planes de reducción de plantilla.
 
Los expedientes de regulación de empleo (ERE) han sido acordados entre la dirección de la compañía, sus filiales Abencor y Abeinsa y la representación sindical de cada una de ellas. El número de afectados en ambas sociedades ascenderás a 194 trabajadores, según ha informado la cotizada. En el caso de la primera, serán 34 los empleados de los almacenes que su comercializadora gestionaba en distintas provincias, mientras que en la segunda, el ajuste para un máximo de 160 personas se complementará con medidas de ajuste temporal vinculadas a la ejecución de proyectos en distintas áreas geográficas.
 
Este mismo viernes se ha conocido que la juez Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional, ha dictado un auto en el que acuerda transformar a procedimiento abreviado y continuar el procedimiento por delito de administración desleal contra el expresidente Felipe Benjumea y otros cuatro exconsejeros relacionados con la aprobación de las millonarias indemnizaciones que cobraron al abandonar virtualmente la compañía antes de su declaración en concurso. Ahora, la Fiscalía y la acusación tienen diez días para solicitar la apertura de juicio oral o, excepcionalmente, de la práctica de diligencias complementarias.
 
La juez pone de manifiesto que los derechos de cobro pactados para Benjumea y su equipo “no estaban contemplados en contratos anteriores y tampoco era preceptivo que se incluyeran en los nuevos”. Asimismo, que, dado el rumbo financiero de la sevillana, “no parecen acordes con los resultados empresariales de la sociedad” y que más bien parece un mecanismo para asegurar la recepción de “una cantidad de dinero extremadamente importante” más que asegurar la continuidad de la compañía, que no cumplió “otras condiciones” de ámbito financiero que revelaron ser “más importantes” que la salida del propio Benjumea.
 
El auto además declara que en el procedimiento para el pacto de las indemnizaciones denunciadas “se encubrió lo que realmente fue una salida voluntaria del Sr. Benjumea”, que además mantuvo su relación laboral con la compañía como presidente no ejecutivo, al igual que Manuel Sánchez Ortega en calidad de un contrato de prestación de servicios. En ambos casos, ambos mantuvieron en buen grado su retribución cotización a la Seguridad Social, y al mantener vínculos contractuales con la sociedad, no deberían haber cobrado la indemnización por “confidencialidad poscontractual”, explica Lamela.
 
A lo largo de las últimas tres sesiones, las acciones B de Abengoa se han dejado un 2% de su capital. En esta semana se ha conocido que entre los acreedores que han mostrado su oposición al auto de homologación de su convenio se encuentran instituciones públicas y semipúblicas respaldadas por Arabia Saudí, China y EEUU.

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