La división en Pescanova se consuma con seis candidatos a consejero para tres puestos

La crisis de Pescanova

La división en Pescanova se consuma con seis candidatos a consejero para tres puestos

Instalaciones de Pescanova

El equipo gestor de Pescanova ha sido incapaz de suavizar posturas con el fondo Broadbill, con lo que los candidatos de una y otra parte serán votados en junta. La división interna entre los accionistas de la histórica Pescanova vuelve a quedar en evidencia. Su actual equipo gestor e inversores capitaneados por Broadbill no han conseguido llegar a un entendimiento antes de la junta y en ella se votarán seis nombres para un consejo que en el mejor de los casos solo se ampliará en tres asientos.
 
El desencuentro se ha consumado a modo de hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En él se explica que los accionistas que acudan o deleguen su voto para la junta del próximo 21 de septiembre podrán votar a todos y cada uno de los siete candidatos propuestos. Y en el mejor de los casos, si se aprobase la propuesta de la gerencia, el órgano rector de la sociedad tan solo instalaría tres sillas más de las que tiene hasta sumar un total de siete.
 
Con este escenario, la solución salomónica por la que han optado desde el actual equipo gestor de Pescanova es los asientos vacantes del consejo de administración “se cubrirán con aquellos candidatos que hubieran obtenido más votos a favor”, recoge el documento. Esto es así porque la normativa vigente establece que el nombramiento de cada consejero se apruebe de forma individual y también otorga a los accionistas con más de un 3% del capital la posibilidad de poder incluir puntos adicionales en el orden del día de las juntas de accionistas a celebrar por las sociedades en las que participen.
 
En primer lugar, según recoge el documento remitido al supervisor, se votará la propuesta de la gerencia para ampliar de cuatro a siete el consejo de Pescanova. En caso de que esta propuesta salga adelante, ya no se votará la que ha introducido Broadbill, que contempla únicamente sumar dos asientos a la cúpula directiva de la pontevedresa. Después se pasará a brindar apoyo o mostrar desacuerdo con cada uno de los seis candidatos.
 
Los gestores del antiguo emporio piscícola proponen los nombramientos de Carlos Federico Sanz, César Real y Leopoldo Fernández Zugazabeitia. Los accionistas díscolos capitaneados por Broadbill proponen defenestrar de su puesto como consejero a César Mata, que se mantendría como secretario del órgano rector, y aupar a Luis Chicharro, Wilson Hudkins y Luis Aurelio Martín. De este modo, sin necesidad de ampliar tanto el consejo como propone la dirección, habría el mismo número de plazas libres.
 
Las instrucciones remitidas al supervisor de cara a la junta de accionistas recogen que todas y cada una de las candidaturas se votará “de forma sucesiva” y que se entenderá que han sido aprobadas “en caso de que obtengan […] más votos a favor que en contra del capital presente o representado”, conforme marca la legislación vigente para esta materia. Con este fin, se ha preparado para los accionistas una nueva tarjeta de asistencia donde se recogen las diferentes opciones de voto para cada candidato.
 
Desde el fondo Broadbill Investment Partners se defiende que no es necesario ampliar en tal medida como quiere la actual dirección el consejo, sino que es necesario dar entrada en este a “profesionales altamente cualificados”, como califica a los tres que propone. Aunque no se ha comentado de forma oficial el apoyo que podría recibir su propuesta, se estima que otros accionistas de tamaño considerable en el capital de la vieja Pescanova puedan apoyar la medida de este vehículo de inversión que tan solo controla un 3,697% de la gallega.
 
El portavoz del fondo norteamericano, Kurt Lageschulte, ha explicado que este paso al frente llega al entender que “el consejo actual se encuentra agotado después de la crisis sufrida por la compañía y necesita reforzarse, ya que no ha estudiado propuestas alternativas de negocio”, como recogió un comunicado reproducido en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En este mismo sentido reclama que los representantes de la antigua matriz del grupo, ahora arrinconada a un 20% de Nueva Pescanova, pueda presentar en el plazo de seis meses un nuevo “plan de desarrollo de actividad” y su correspondiente plan de negocio para obtener la máxima rentabilidad.

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