OHL tendría que asumir una prima del 48% para jubilar de Bolsa a su filial mexicana

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OHL tendría que asumir una prima del 48% para jubilar de Bolsa a su filial mexicana

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En el caso de que se materializase una eventual OPA de exclusión para OHL México, su azote en el país advierte de que el precio ofrecido debería ajustarse a valor contable. Los criterios contables empleados por OHL para su filial mexicana podrían estar muy cerca de volverse en su contra. La concesionaria española podría verse obligada, según apuntan fuentes jurídicas, a asumir una prima del 48% sobre la cotización de de su marca azteca si se confirman los planes para excluirla de Bolsa.
 
El valor de las acciones de OHL México alcanza los 40 pesos mexicanos en virtud del valor contable que la compañía exhibe en su balance de cierre del segundo trimestre del año. Un precio que dista mucho de los 27 pesos que hoy por hoy marcan estos títulos en la Bolsa del país latinoamericano pero que no serviría como referencia ante una hipotética oferta pública de adquisición (OPA) con el objetivo de proceder a la exclusión bursátil del valor.
 
Aunque expertos jurídicos consultados por este portal consideran que habría que estudiar el caso con detenimiento una vez se formulasen los términos de la hipotética oferta, el abogado Paulo Díez subraya que “la Ley mexicana es muy clara en este sentido” y amenaza ya con presentar las pertinentes demandas si llega la OPA con la que se ha especulado en los últimos días y no se asume un precio de compra equivalente al valor contable de los títulos.
 
El abogado, asesor de la firma mexicana Infraiber que se ha convertido en el azote de OHL en el territorio azteca, considera que “la magia contable tipo Enron” de cuya práctica acusa a la concesionaria en los últimos años se vuelve ahora en contra de sus artífices. No solo eso, sino que llegado el caso del movimiento de recompra de acciones ofrece “asesoría jurídica gratuita a cualquier inversionista que desee demandar” tanto a la presidida por Juan Villar Mir de Fuentes como a sus socios australianos de IFM Investors, a los que se había apuntado como caballeros blandos de la posible oferta de exclusión.
 
A pesar de estas acusaciones, el supervisor español sigue sin pronunciarse en contra de los criterios contables escogidos por OHL para recoger el valor de sus concesiones en el país americano, especialmente en lo que confiere a las garantías de cobro por la gestión del Circuito Exterior Mexiquense. Mientras tanto, su homólogo mexicano ha vuelto a conformarse con la presentación de unos estados proforma que alteran virtualmente el balance del grupo pero que no son tenidos en cuenta por la institución ni por los auditores de cuentas como el documento principal para tomar el pulso a las finanzas de la compañía.
 
En virtud de esta disparidad de criterios, el capital contable de OHL México pasa de 25.702 millones de pesos hasta 70.196 millones, que Díez considera “ilegalmente registrados” pese a que los supervisores de uno y otro lado del Atlántico no se han pronunciado en contra. En este sentido el abogado y colaborador habitual de la misma Infraiber con la OHL mantiene abiertos varios pulsos jurídicos considera que aventura que mientras “los grandes fondos de inversión y los inversionistas institucionales  tienen mecanismos eficientes a su alcance para exigir que se les compense económicamente por la pérdida de valor” de su inversión, los minoritarios permanecen indefensos.
 
Los rumores en torno al futuro de OHL México en la Bolsa de aquel país han llegado ante la dramática pérdida de valor que sus acciones se han apuntado con las dudas sobre la solvencia de su matriz españolas, ejemplificadas en una drástica revisión de nota de la agencia Moody’s, y los escándalos de corrupción en los que se ha visto envuelta la filial en aquellas latitudes.
 
Este recorte en cotización supondría, según apuntan varios analistas, una oportunidad de recuperar el control sobre una división geográfica que es estratégica en su plan de expansión internacional y que supone una de las principales partidas de ingresos en el conjunto del grupo. Sin embargo, Díez considera que no se trata más que de una nueva estratagema “para ya no estar sujeta al escrutinio del mercado y volver a la total oscuridad en la que tan a gusto se siente” la hasta hace dos meses presidida por el marqués Juan Miguel Villar Mir.

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