El regreso a Bolsa de Pescanova vuelve a tropezar con la banca acreedora

La crisis de Pescanova

El regreso a Bolsa de Pescanova vuelve a tropezar con la banca acreedora

Instalaciones de Pescanova

El consejo de la antigua cabecera del grupo gallego estima que no estará en condiciones de convocar junta de accionistas al menos hasta el próximo mes de julio. Los bancos acreedores vuelven a interponerse en el camino de regreso a Bolsa de Pescanova. La gallega ha cumplido ya tres años y un mes desde que fue suspendida pero la vuelta que en principio estaba prevista para antes de que hubiera acabado 2015 vuelve a posponerse ante la imposibilidad de celebrar junta de accionistas.

Los inversores minoristas de la pesquera gallega consiguieron asegurarse un 20% del capital de Nueva Pescanova tras una férrea lucha con los bancos acreedores. Sin embargo, estos últimos siguen empleando su posición dominante para retrasar la descongelación de unas acciones en las que permanecen atrapados hasta que se levante la suspensión de cotización vigente desde el 12 de marzo de 2013 que una junta que ya no se celebrará debía haber aprobado el próximo mayo a más tardar.

Como ya ocurrió primero con el porcentaje correspondiente a cada inversor y luego con la vía elegida para recapitalizar la sociedad, ahora los gestores de Nueva Pescanova siguen sin aportar cuentas auditadas del ejercicio 2015, necesarias para que la sociedad primigenia pueda hacer lo propio y convocar una junta de accionistas con validez legal para los acuerdos que adopte. Sin cifras anuales para la heredera del antiguo imperio cuyo balance falseó el expresidente Manuel Fernández de Sousa, no hay trámite que valga por parte de la sociedad primigenia para buscar su descongelación bursátil.

En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que se aprecia el tono de enfrentamiento que se ha podido apreciar en los últimos publicados por Pescanova, se explica que ante la falta de cuentas de la nueva matriz “no es posible legalmente celebrar una junta general ordinaria” cuyo objetivo sea precisamente dar el visto bueno a las cifras de la ahora convertida en filial.

A pesar de que Pescanova se apresuró a reformular sus cuentas del ejercicio pasado tras conocer que los bancos acreedores habían activado un préstamo de condiciones muy superiores a las del mercado, el auditor de Pescanova ha denegado “temporalmente” su opinión sobre las cuentas anuales la misma, pese a que ya habían sido remitidas a la CNMV con fecha del pasado 31 de marzo a falta de este trámite.

Ante esta nueva traba para su regreso al parqué, los pequeños accionistas dan por hecho que al menos hasta el próximo mes de agosto no podrán volver a disponer de sus acciones. En este sentido, destacan además que la habitual caída de volúmenes que acompaña el periodo estival podría convertirse en otro factor que mantuviese cautiva su inversión por falta de contrapartida compradora y la consecuente multiplicación de la volatilidad.

Por el momento, lo que se ha anunciado es que una vez que Nueva Pescanova, controlada por la banca acreedora, publique sus requeridas cuentas anuales, Pescanova podrá tener sus propias cuentas reformuladas una vez más en un periodo que estima de 15 días, momento en el que podrá convocar junta de accionistas para desbloquear la situación, lo que no se espera ya que pueda tener lugar antes del próximo mes de julio.

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