El miedo a la espantada inversora encamina a Quabit a sus mínimos históricos

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El miedo a la espantada inversora encamina a Quabit a sus mínimos históricos

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En la gráfica de la inmobiliaria no queda ya ni muestra del vertical rebote del martes pasado, jornada desde la que no ha vuelto a probar las alzas al cierre de sesión.

La sangría bursátil sigue por tercera jornada consecutiva en Quabit. La inmobiliaria se encamina ya a mínimos históricos después de que su presidente haya reconocido el alto riesgo de que los fondos comprometidos para su programa de expansión nunca lleguen a su caja fuerte. En los cruces más bajistas de este viernes, sus acciones se venden a 0,038 euros.

El desplome acumulado en las últimas tres jornadas alcanza al 9,5% de la capitalización bursátil de Quabit, la antigua gigante Astroc que comandaba el empresario saguntino Enrique Bañuelos. A pesar de la progresiva recuperación del sector inmobiliario, las dudas sobre la solvencia financiera de la cotizada se han llevado por delante un 72% de su valor en el último año.

La voz de alarma que ha provocado la estampida de los hasta hace poco accionistas la ha dado el mismo presidente de la ladrillera, Félix Abánades, que ha reconocido que hay 70 millones de euros procedentes de distintos fondos comprometidos con el plan estratégico de la compañía pero pendientes de que se resuelva la incertidumbre política reinante en España. Y no sólo eso, sino también de cuál sea el resultado, según avanzó este jueves en la junta de accionistas de la firma.

Este suspense se debe a que, tal y como ya dos días después de las elecciones del pasado diciembre advirtió la patronal de los promotores de vivienda, este es un sector especialmente expuesto a los cambios regulatorios. “Los fondos internacionales están actualmente a la espera”, ha dicho el máximo responsable de la inmobiliaria después de reconocer que ya a finales del año pasado sufrieron precisamente una espantada de otros inversores institucionales que abandonaron su voluntad inicial de acompañar a Quabit en su andadura tras la refinanciación de su abultada deuda.

A pesar de estos factores, los analistas recuerdan que el bajo precio de cotización y la estrecha horquilla de precios que se permite para el valor -de tan solo una milésima de euro- provocan fuertes bandazos en términos porcentuales que no reflejan tanto un cambio en fundamentales como un amplio volumen de negociación que fuerza los precios de cruce con escaso importe en efectivo. Ni rastro queda ya del 10,5% arriba que se apuntó la de Abánades el martes pasado después de dos sesiones con cierre en plano pero amplios bandazos intradía.

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