Un centenar de pequeños accionistas de Pescanova plantan batalla a la banca acreedora

La crisis de Pescanova

Un centenar de pequeños accionistas de Pescanova plantan batalla a la banca acreedora

Pescanova

Los minoritarios defienden que su propuesta también beneficia al G7 y han conseguido reunir suficiente capital como para llevar su propuesta a la próxima junta. Los minoritarios de Pescanova no cejan en su batalla frente a los acreedores de la gallega para mantener su peso en la compañía. Un centenar de pequeños accionistas se ha unido para respaldar una propuesta con la que pretenden conseguir que la banca no los relegue a un testimonial 5% en el nuevo capital de la pesquera.

La propuesta parte del inversor Carlos Federico Sanz Navarro, como consta en la documentación remitida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este acredita ser titular de 4.000 acciones de Pescanova, si bien junto con los otros 102 inversores que se le han sumado llegan a aglutinar un 6,3% del actual capital social de Pescanova, porcentaje más que suficiente para forzar la inclusión de un punto en el orden del día de una sociedad cotizada.

Esta nueva propuesta, que viene a enmendar la proposición única que habían forzado los acreedores, se debatirá en la junta general extraordinaria del próximo 28 de septiembre a celebrarse en la sede pontevedresa de la compañía. El objetivo es poder mantener en conjunto una participación equivalente al 20% del capital social de la pesquera una vez se produzca el canje de ciertos préstamos por acciones de nueva emisión.

El documento defiende que “es posible reducir la aportación de capital de los acreedores en unos 30 millones de euros, así como eliminar el tramo dedicado a los accionistas por aportaciones dinerarias sin perjudicar el proceso de reestructuración en marcha”. En otras palabras, que la banca renuncie a parte del peso que esperan ostentar y que los pequeños inversores no tengan que afrontar nuevos desembolsos para evitar la dilución de su cartera.

Los 103 accionistas plantean que la propuesta a la que se han visto conminados los administradores de Pescanova cambie en el tramo A destinado a las entidades aseguradoras, que pasaría a ser de una cuarta parte del inicial, es decir 3.500.000 millones de euros. Asimismo, que el tramo B destinado a los acreedores pase a ser una cuarta parte de los iniciales: 4.500.000 millones para el tramo B.a y de 1.750.000 para el tramo B.b, según recoge el texto remitido al supervisor bursátil.

Mientras que los acreedores advirtieron incluso de la posibilidad de tomar medidas legales contra la cúpula de Pescanova si presentaba alternativas a su propuesta de reparto de poder, los minoritarios defienden que su proposición los beneficia en la medida en que se reduce su aportación de capital sin que por ello dejen de mantener un 80% en el nuevo capital de la sociedad.

Los firmantes del documento afirman confiar en que “esta propuesta reciba un amplio apoyo de los accionistas, y no sufra ningún tipo de ataque por parte de los acreedores”. En este punto señala “especialmente” a los grandes que conforman el grupo conocido como G7, ya que según estos “evidentemente les favorece también”, termina la misiva que ya ha conseguido alterar el orden del día en la gallega.

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