Los bancos han accedido a una prórroga de mes y medio para no exigir a la chocolatera valenciana los impagos que acumula desde el pasado diciembre. Del rally alcista que hace una semana espoleó a Natra en Bolsa no queda ya ni la muestra. En las últimas tres sesiones, la chocolatera valenciana ha perdido un 20% de su valor acuciada por unas negociaciones de refinanciación de deudas que no dan fruto y que han sido aderezadas con un atronador incremento de pérdidas y la drástica desinversión de uno de sus, hasta ahora, accionistas de referencia.
Natra comenzó hace dos viernes en los 0,96 euros por acción su más reciente rally en Bolsa, al calor de su inminente presentación de cuentas y la fusión de su filial Natraceutical con Laboratorios Reig Jofre. En los cruces más amargos de este martes se ha llegado a perder incluso esa cota, al venderse algunos títulos a 0,95 euros. Solo en esta última sesión, el descalabro ha llegado a ser de más del 8% -uno de los más sonoros del Mercado Continuo- tras conocerse la retirada inversora de Kutxabank y los escasos avances conseguidos en la negociación con los bancos acreedores.
Aunque la presión vendedora ha descendido conforme ha avanzado la sesión, al ecuador de las negociaciones Natra se seguía mostrando incapaz de aguantar la cota del euro por acción. Una barrera especialmente sensible para las cotizadas de menor capitalización, pues supone la formulación automática de multitud de órdenes de compra o venta en función de si este umbral es rebasado al alza o traspasado a la baja. Que hoy por hoy sólo se haya podido presentar un acuerdo de prórroga, stand still como se conoce en jerga financiera, hasta el mes de abril ha puesto a más de un inversor sobre los pasos de Kutxabank.
Esta misma mañana se conocía que la entidad heredera de las antiguas cajas de ahorros vascas había recortado a la mitad su vieja participación en la chocolatera. Aunque ya se sabía que Kutxabank había colgado el cartel de ‘se vende’ a su 9,14%, el hecho de haber dado cuenta de una reducción al 4,51% de una sola vez, incluso a pesar de que haya podido tener lugar a través de múltiples operaciones, ha empujado a varios inversores a pasar por caja, según explican varios gestores de carteras de perfil especulativo.
Cabe recordar que el banco ya había dado cuenta de sus intenciones cuando calificó a su paquete en la cotizada de no estratégico. Incluso antes de haber procedido a la advertida desinversión, ya optó por renunciar a su puesto en el consejo de administración de su todavía participada. El paquete que aún mantiene alcanza a precios del mercado una valoración de 2,09 millones de euros.
La chocolatera valenciana ha explicado que espera cerrar su reestructuración financiera antes de que acabe este primer semestre de 2015. Sin embargo, los escasos hitos que ha presentado hasta la fecha no han generado gran optimismo entre los inversores. Es así que sus cuentas reflejan que la deuda financiera del grupo engordó un 9,8% el año pasado, hasta los 161,10 millones de euros y que a cierre de ejercicio así como posteriormente el pasado mes de enero incumplió algunos covenants incluidos en su plan de deuda del año 2013.
El principal avance es que las entidades que suscribieron la refinanciación de hace dos años han retirado la pignoración de hasta cuatro millones de euros de cuentas por cobrar de los 12 que se encontraban en esta situación. Además, el grupo ha informado de que ha conseguido una prórroga ante cualquier reclamación de pagos hasta el próximo 18 de abril con los bancos titulares del 68% del importe dispuesto y pendiente de amortización del acuerdo de 2013 que además cuenta con la autorización del 100% de las entidades que aportaron líneas de financiación de circulante un año después.
La compañía ha explicado que el objetivo es disponer de “la necesaria estabilidad” para proseguir con su proceso negociador. Un horizonte al que parecen apuntar los inversores que han conferido a Natra una revalorización del 53% desde que empezó el año y que la sitúa entre las más alcistas en estos dos meses pese a su habitual volatilidad. Y eso a pesar de que ha multiplicado por 50 sus pérdidas en el último ejercicio, debido en gran parte al encarecimiento del cacao.
