El Tesoro celebra la primera subasta de su historia de bonos a 50 años

Deuda pública

El Tesoro celebra la primera subasta de su historia de bonos a 50 años

Tesoro Público

El apetito inversor por la deuda pública española ha hecho posible el estreno de una nueva referencia a 50 años. Se han colocado 1.000 millones a un vencimiento insólito hasta la fecha. El Tesoro Público vuelve a batir récords. Ante la caída de tipos de interés en todas las emisiones de deuda española, el organismo se ha decidido a celebrar la primera subasta de toda su historia de bonos a 50 años de vencimiento. Se ha conseguido encontrar dueño para 1.000 millones de euros a un cupón anual del 4%.

El porcentaje se queda por debajo incluso de lo que hasta hace poco el Tesoro tenía que afrontar para encontrar financiación a una década. Estas cifras han sido posibles gracias a que la emisión había sido pactada previamente con inversores institucionales. Una modalidad de subasta a la que las arcas públicas españolas ya han recurrido en varias ocasiones para aprovechar los momentos más dulces del mercado secundario de deuda.

Los analistas destacan que la deuda española se ha convertido en una de las más atractivas entre las de sus vecinos. A pesar de la drástica caída de tipos experimentada en todos los países de la Eurozona, los papeles del Tesoro siguen cotizando a tipos que en muchos casos superan las de depósitos bancarios a igual plazo y mientras que algunas economías siguen dando muestras de debilidad, los últimos datos macro publicados en Madrid dan cuenta de una progresiva aunque aún frágil recuperación.

Este apetito se ha traducido en los últimos días en un bono español a diez años que ha rozado la insólita cota del 2% de rentabilidad en los mercados secundarios. Mientras, la prima de riesgo ha tocado el poco habitual umbral de los 135 puntos. Dos factores que facilitan el lanzamiento de nuevas emisiones, e incluso la suspensión de aquellas menos favorecedoras para las arcas públicas. En este sentido, el pasado mes de agosto se suspendió una de las emisiones previstas dado el buen ritmo de financiación que ha conseguido el Tesoro en lo que va de año y al interés por extender vencimientos.

La idea del bono a 50 años ya se barajó el año pasado, sin embargo, finalmente se vio más adecuado estrenar una también insólita referencia a 30 años. En aquella ocasión, en la que las pujas se pactaron con los inversores, se encontró dueño para 4.000 millones de euros si bien la demanda superó incluso los 10.600 millones, tal y como informó el organismo dependiente del Ministerio de Economía.

Más información