Bruselas cede ante la gran banca mientras Washington le planta cara

Crisis del euro

Bruselas cede ante la gran banca mientras Washington le planta cara

Sede del Deutsche Bank

La Comisión Europea discute cómo suavizar sus restricciones a la banca mientras en EEUU se acumulan las multas que estas entidades deben pagar. Esta semana la Comisión Europea presentará un borrador interno sobre el que se discutirá la separación de la banca de inversión y la banca comercial. Al parecer, la normativa que corre a cargo del comisario Michel Barnier, y que ha sido muy esperada en los últimos años, peca de ser poco ambiciosa y de beneficiar a las grandes entidades centroeuropeas como el Deutsche Bank.

Esta noticia contrasta con aquellas que llegan desde el otro lado del Atlántico. En las últimas semanas, se han decretado abultadas multas en EEUU contra algunas de las más reconocidas entidades internacionales como Credit Suisse, Royal Bank of Scotland (RBS) o JP Morgan, entre otros.

Según informa el diario El País desde Bruselas, el borrador que esta semana discutirá el colegio de comisarios gira en torno a dos ejes: la prohibición de que los bancos especulen con su propia cartera de inversiones y la separación entre banca de inversión y comercial. La polémica reside, sin embargo, en la letra pequeña.

La división entre actividades como la de conceder préstamos a familias o negocios u ofrecer depósitos y las de inversión era la clave del informe que la propia Comisión encargó en 2011 al gobernador del Banco Central de Finlandia, Erkki Liikanen. Pero Bruselas prefiere dejar esta decisión a los órganos de supervisión nacionales. “El principio básico de la nueva regulación es que las entidades que tengan depósitos solo se puedan involucrar en las actividades de inversión mientras el supervisor no decida que deben operar en otra entidad”, asegura el borrador.

La nueva norma, además, afectará a un número reducido de entidades: aquellas que se consideren sistémicas o las que tengan durante tres años consecutivos unos activos superiores a 30.000 millones de euros y una cartera de negociación de más de 70.000 millones. Según los cálculos del departamento de Barnier, solo 29 bancos cumplirían estos requisitos con los datos de 2006 a 2011. Estos límites son más estrictos de los que proponía Liikanen.

Sin embargo, y pese a estar pensada para suavizar sus efectos sobre el mentado banco alemán u otros de gran calado como el francés BNP Paribas, la medida sigue sin gustar en Berlín, que podría ver amenazado el poderío del Deutsche Bank como la entidad financiera más grande del Viejo Continente (este banco tiene una fuerte presencia en EEUU a través de Bankers Trust, una entidad que compró a finales de los años 90 y que dedica buena parte de su actividad a la banca de inversión).

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