La última encuesta, que ha recibido una gran cobertura en el país, sitúa a Nueva Democracia por debajo del 20% de los votos. A su vez, el histórico PASOK se queda en el 3% y lucharía, incluso, por estar en el Parlamento. Desde las elecciones del 2012, Antonis Samarás ha gobernado la coalición griega compuesta por su propio partido –Nueva Democracia-, los socialistas del PASOK y un partido de centro izquierda llamado Dimar que terminó renunciando al poder gracias, sobre todo, a que su formación se mantenía líder en las encuestas.
Ya no. Syriza, la coalición de izquierda que desbancó al histórico PASOK y que lleva más de un año posicionándose como la segunda fuerza del país, acaba de rebasar a los conservadores de Samarás.
La prensa local se ha hecho esta semana eco de una encuesta realizada por GPO para Newcast: Syriza obtendría el 24,6% de los votos mientras que Nueva Democracia se haría con el 16,9%. Estos datos han llegado poco después del último escándalo financiero vivido en el país, que ha afectado al banco nacionalizado Hellenic Postbank.
Por su parte, el partido ultraderechista Amanecer Dorado, que en los últimos meses ha vivido momentos intensos por el arresto de varios de sus líderes tras el asesinato, el pasado otoño, de un cantante izquierdista, continúa manteniendo su popularidad: un 11,1% de los griegos votarían por ellos.
El PASOK, mientras, se ha convertido en un eufemismo político de la palabra “desastre”. Los socialistas conseguirían un 3% de las papeletas y tendrían que pelear por conseguir representación parlamentaria. En el año 2009, cuando ganaron las elecciones y Yorgos Papandreu subió al poder, obtuvieron el 44% de los votos.
Tampoco están mucho mejor posicionados los comunistas tradicionales, aunque lógicamente la caída para ellos ha sido menos dura; el KKE se queda por debajo del 5% mientras que la formación conservadora Griegos Independientes rozaría el 4%. El ya mencionado Dimar se situaría en el 3,1%, por delante incluso del PASOK.
Esta encuesta es significativa por dos cuestiones; la primera es la ya explicada sobre el liderazgo de Syriza. La segunda, porque permite hacerse una idea de cómo están los ánimos en el país mediterráneo en un año que contempla unas elecciones al Parlamento Europeo. Las elecciones generales del país están planeadas para el 2016. Siempre y cuando Samarás sea capaz de aguantar en el poder, claro.
