Los bancos alemanes se hunden en Bolsa por las pérdidas de Deutsche Bank

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Los bancos alemanes se hunden en Bolsa por las pérdidas de Deutsche Bank

Sede del Deutsche Bank

La entidad más grande de Alemania adelanta parte de las cuentas que presentará la semana que viene y reconoce pérdidas multimillonarias por culpa de los problemas legales que arrastra. Deutsche Bank ha anunciado unas inesperadas pérdidas de 1.550 millones de euros en el último trimestre. El mayor banco alemán tenía previsto presentar sus resultados el próximo 29 de enero, pero ha preferido adelantar la fecha para preparar al mercado. La reacción en la Bolsa ha sido inmediata. Sus acciones se han desplomado un 5,5% y han liderado las caídas del Dax -el índice de referencia de la Bolsa germana-, que ha cerrado con un descenso del 0,3%. En el camino ha arrastrado también a Commerzbank, que ha sufrido unas caídas del 4,5%.

Según el adelanto colgado en su portal digital, en los últimos tres meses Deutsche Bank registró unas pérdidas brutas de 1.153 millones de euros, que se quedan en 965 millones al neto de impuestos. Los ingresos alcanzaron los 6.600 millones, lo que supone una caída del 16% frente al mismo periodo del año anterior, principalmente por la peor evolución de las divisiones de banca corporativa y de mercados (especialmente en renta fija y divisas).

Eso sí: a pesar de los números rojos del último trimestre, el resultado del conjunto del ejercicio sigue siendo positivo en 1.082 millones de euros, lo que supone multiplicar por 3,4 veces los resultados de 2012, ya que en el conjunto de 2013, la entidad alemana registró unos ingresos de 31.900 millones.

Deutsche Bank ha explicado a los inversores que el año pasado gastó 2.500 millones en litigios e indemnizaciones, con el objetivo de dejar atrás la mayoría de los asuntos pendientes con las autoridades. Además, las provisiones acumuladas para hacer frente a los litigios todavía no solucionados ascienden a 2.300 millones.

Aunque el banco espera conseguir los objetivos marcados en su plan estratégico, el equipo gestor ha anunciado que el presente año todavía será un año difícil.

De hecho, algunos analistas señalan que los malos resultados del banco y su impacto en unos ratios de solvencia y apalancamiento, que ya eran débiles, confirman que se ha convertido en uno de los bancos peores posicionados para los cambios regulatorios de los próximos años. Deutsche Bank podría verse obligado a continuar con un fuerte proceso de desapalancamiento y a emitir deuda subordinada para proteger a la ‘senior’.

Por otra parte, su sesgo hacia banca de inversión lo hace aún más vulnerable, no ya sólo por la volatilidad de sus resultados, sino también por el debate existente en Europa sobre la separación de las actividades de banca minorista.

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