Islandia y Costa Rica ya han dicho adiós a los combustibles fósiles

Energía

Islandia y Costa Rica ya han dicho adiós a los combustibles fósiles

Molinos de viento

Ambos países funcionan casi al 100% con energías renovables. Los combustibles fósiles apenas alcanzan el 0,01% y el 1,88% de la electricidad demandada, respectivamente. Costa Rica ha logrado abastecer casi el 100% de la demanda eléctrica con energías renovables en 2016 por segundo año consecutivo. Según los datos publicados por el Centro Nacional de Control de Energía del país, tan solo un 1,88% de la energía requerida a lo largo de este año que está a punto de finalizar se originó mediante combustibles fósiles. La independencia de estas fuentes es aún mayor en Islandia: solamente generan el 0,01% de la electricidad, de acuerdo a las cifras de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) referentes al pasado mes de agosto. Dos países que marcan el rumbo hacia un modelo completamente ‘verde’.
 
El objetivo de Costa Rica es alcanzar pronto el 100%. Lo ha logrado 252 días este año, apunta el citado organismo, aunque las cifras fueron mejores en 2015, con 285 operando solamente con ‘luz renovable’ y un porcentaje total del 98,99%.
 
La nación centroamericana sustenta su sistema energético en una serie de plantas hidroeléctricas, pues cuenta con una amplia red de ríos y es zona de abundantes lluvias tropicales. Así, el agua es la fuente que ha generado el 74,35% de la electricidad demandada en 2016, seguida de la geotermia, que ha producido un 12,74%, y del viento, con un 10,3%. Sin embargo, el sol aún no es aprovechado y apenas ha generado un 0,01%, por detrás de la biomasa (0,72%).
 
Por su parte, Islandia ha conseguido prácticamente convertir su producción de energía en 100% renovable gracias principalmente a las tecnologías hidroeléctrica y geotérmica. Según la IEA, en agosto la primera generó el 71,03% de la luz y la segunda, el 28,91%, mientras que la cifra total de generación ‘verde’ se encontraba en el 99,99%.
 
En el resto de Europa, a excepción de Noruega, Luxemburgo, Austria o Portugal, los combustibles fósiles siguen siendo la fuente de energía eléctrica más importante.
 
El Hierro
 
En España, la isla canaria de El Hierro consiguió funcionar a mediados de julio solamente con energías renovables durante 55 horas. La central hidroeléctrica de Gorona del Viento produjo la totalidad de la energía demandada en la isla, ahorrando 83 toneladas de combustible y evitando la emisión a la atmósfera de más de 240 toneladas de CO2 durante ese periodo.
 
La planta combina de forma segura la energía eólica y un sistema hidráulico. Se emplea el viento para generar electricidad y bombear agua desde un embalse inferior a otro superior; cuando no hay viento, entra en funcionamiento ese sistema hidráulico basado en la fuerza del trasvase del agua.
 
Fue inaugurada en junio de 2014 y consiguió el pleno de fuentes renovables en la isla por primera vez el 9 de agosto de 2015, marcando un importante hito. Ya se han interesado en este proyecto países como Cabo Verde.
 
¿Una España 100% ‘verde’?
 
La Alianza por el Clima, formada por más de 400 organizaciones ecologistas, sindicales y de cooperación al desarrollo, publicó este martes un documento de propuestas para la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética que elaborará el Gobierno, en el que fija como objetivo para 2050 que el 100% de la energía proceda de fuentes renovables.
 
“Desde Alianza por el Clima pedimos a los responsables políticos que inicien de forma urgente un proceso participativo que genere una ley de Cambio Climático y Transición Energética que sea lo suficientemente ambiciosa para avanzar hacia un futuro energético descarbonizado en 2050. Una ley de estas características es crucial que contemple objetivos de reducción de emisiones a medio (2020, 2030) y largo plazo (2050) que sean lo suficientemente ambiciosos para posicionar a España en una senda continua de reducción de emisiones respecto de las actuales”, señala el documento.
 
Entre las medidas propuestas, las organizaciones abogan por potenciar las inversiones en energías limpias e impulsar el autoconsumo, limitar la captura y el almacenamiento de carbono a las instalaciones ya existentes y fomentar el transporte colectivo, la bicicleta o los desplazamientos a pie, así como impulsar la rehabilitación energética de viviendas y edificios, fomentar la agricultura ecológica o limitar la expansión residencial y de zonas empresariales alejadas de centros urbanos.

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