Elizabeth Sherman: «Con Hillary Clinton corremos el peligro de una nueva guerra fría» 

Elecciones en EEUU

Elizabeth Sherman: «Con Hillary Clinton corremos el peligro de una nueva guerra fría» 

Hillary Clinton, candidata del Partido Demócrata a la presidencia de EEUU

La académica y analista estadounidense, Elizabeth Sherman, analiza en una conferencia y para El Boletin las elecciones estadounidenses Esta semana la académica Elizabeth Sherman ha estado en España donde participó en  la mesa redonda «Elecciones en EE.UU» organizada por el Instituto Aspen, la Fundación Consejo España – Estados Unidos y la Casa de América. Allí, insistió en su idea de que el fenómeno de Donald Trump forma parte de un proceso más amplio de «rebelión contra las élites» y reconfiguración del sistema partidista estadounidense para cuyo origen habría que remontarse incluso a la época del Watergate, según señaló. 

Así, en declaraciones exclusivas a El Boletín, Sherman aseguró que «los demócratas han perdido a la clase blanca trabajadora hace mucho tiempo porque hay mucha animadversión racial en EE.UU. y muchos trabajadores blancos sienten que compiten con los afroamericanos; de hecho, no han apoyado siempre los derechos civiles o la igualdad racial en todos los sitios, incluso aunque los sindicatos lo hayan hecho». Un factor que, sin embargo, se habría visto compensado electoralmente para el partido del burro, al menos en parte, por su fortaleza entre la población perteneciente a minorías raciales. 

De hecho, según esta teoría esbozada por Sherman, al igual que hizo anteriormente Obama, Clinton estaría conectando con las aspiraciones de los afroamericanos e hispanos que «nunca han llegado a obtener los mejores trabajos por su falta de acceso a la mejor educación». Pero como contrapartida, esto habría generado aún una mayor rabia entre la clase blanca trabajadora. 

Sherman explicó a este medio en dicho sentido que este sector demográfico «ahora está sin trabajo, ha perdido sus casas e incluso la idea de la supremacía blanca en EE.UU. que siempre ha sido un país basado en un sistema inglés y de lengua inglesa». Por ello, al tratar los demócratas «con los problemas de los afroamericanos, en su mayoría procedentes del Sur; muchos de los trabajadores americanos los han abandonado porque solo estaban con el Partido Demócrata mientras este sirviese como instrumento para fortalecer a los sindicatos, para asegurar el trabajo, las manufacturas, o la negociación colectiva que ayudase a los trabajadores blancos». 

Además, esta utilidad se habría visto aún más cuestionado, después de que «las compañías se hayan ido a China». Así, la académica explicó que «ahora, los trabajadores blancos realmente están teniendo problemas económicos y se sienten abandonados. Y piensan ‘¿qué hay sobre nosotros? Somos los americanos reales y tenemos malos trabajos por los que nos pagan 15 dólares la hora cuando antes ganábamos 25’. Todo ello, ha hecho que estén realmente enfadados porque dicen: ‘He pagado mis impuestos, luché en Vietnam, hice todo lo que me dijeron y ahora ¿Dónde está el Gobierno. Me está ayudando? No'». 

Por ello, según afirmó Sherman, se habrían ido desplazando hacia los republicanos desde hace mucho tiempo; incluso desde Reagan.  Un proceso acentuado ahora con esa ‘rebelión contra las élites’ que también recogió el el escritor y ensayista José María Marco para explicar a lo largo del evento a fenómenos como el ‘Brexit’, la fortaleza alcanzada por el Movimiento 5 Estrellas en Italia o incluso a Pablo Iglesias. De hecho, en un polémico par de afirmaciones, Marco aseguro que «Pablo Iglesias no es más exótico que Trump» y que «los monstruos nacen en todas partes».

No obstante, no fue la única afirmación polémica de la tarde y es que para Sherman la perspectiva de una victoria de Clinton, como apuntan todas las encuestas, tampoco resulta especialmente tranquilizadora. Así, esta académica, quien lleva más de dos décadas en la enseñanza e investigación de la política estadounidense, aseguró que si gana la exsecretaría de Estado, «hay posibilidades de una nueva Guerra Fría». 

La también directora fundadora del Centro para la Mujer en la Política y Políticas Públicas de la Universidad de Massachusetts (Boston) y, actualmente, profesora en American University, se refirió para ello a que Clinton ha demostrado a lo largo de los años unas posiciones más cercanas a los ‘halcones’ en política exterior, a los ‘neocom’; antes que, por ejemplo, al propio presidente Obama. 

Tanto es así que, según su versión, será todo un desafío para Clinton ser capaz de priorizar la vía diplomática como exigiría la falta de deseo entre la opinión pública estadounidense de conflictos o de una escalada armada. Asimismo, Sherman consideró que también es probable que acuerdos multilaterales de comercio como el TTP vean un nuevo impulso ya que tendrían en la exsecretaria de Estado a una de sus mayores defensoras, pese a que últimamente se haya retractado de las declaraciones públicas en que los apoyaba.

Con todo, la académica señaló que no cree que dichas posiciones de Clinton le pasen factura ante las bases más izquierdistas de los demócratas en forma de pérdida de un apoyo electoral lo suficientemente significativo como para poner en riesgo su victoria en las presidenciales de la semana que viene. Tampoco tras la filtraciones de Wikileaks de los supuestos correos del presidente del Comité Nacional Demócrata, John Podesta. 

En ellos se traslucía un cierto desprecio del ‘establishment’ del partido demócrata hacia la parte más activista e izquierdista de sus bases. Sin embargo, Sherman declaró a El Boletín:  «No creo que la gente esté muy preocupada por eso. En el partido demócrata revela una división entre la izquierda y el centro. Pero eso no es ninguna novedad; todo el mundo sabe que Hillary Clinton está en el centro, al igual que Bill Clinton. 

Por ejemplo, una de las revelaciones es que Hillary Clinton ha aceptado dinero de ‘Wall Street’. Pero todo el mundo ya sabía eso y también que no le gusta Bernie Sanders o la izquierda en absoluto, o que no quiere subir impuestos, ni más dinero para ayudar a los pobres, a los ancianos, en Salud o en Educación. Así que no es nada nuevo y sinceramente no creo que nadie en EE.UU. haya oído hablar de John Podesta. Ni tan siquiera es un representante político. Es un ayudante, no una persona importante. Nadie ha escuchado hablar de él y no le importa a nadie», remató concluyente.

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