Cameron ignora al Parlamento Europeo y se da tiempo para el ‘Brexit’

Cameron ignora al Parlamento Europeo y se da tiempo para el ‘Brexit’

    David Cameron, primer ministro británico

    El premier británico continúa firme en su intención de endosarle el coste de las negociaciones de ruptura a sus rivales políticos frente a las prisas de Bruselas El primer ministro británico, David Cameron, ha llegado hoy a la sede del Consejo Europeo para la primera cumbre tras el referéndum del ‘Brexit’ del pasado jueves. Es decir, se trata de su primer encuentro con el resto de líderes europeos, cuyos ánimos habrá de aplacar después de que su jugada de convocar una consulta no saliese conforme a lo previsto.

    Un movimiento que no ha sentado nada bien entre el ‘establishment’ comunitario que considera que Cameron intentó resolver problemas de política interna generando otro mayor para la Unión. Más aún, cuando ha dado muestras no saber gestionar un proceso que ya nadie duda que se le ha ido de las manos.

    Una nueva muestra de ello se ha dado hoy en la discusión que los líderes de los diferentes grupos en el Parlamento Europeo han mantenido con el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y la ministra holandesa Jeanine Hennis-Plasschaert, en representación de la presidencia rotatoria del Consejo. Un pleno de carácter excepcional como ha recordado el presidente del Parlamento, Martin Schulz, quien ya en la apertura de la sesión apuntó que era la primera vez que se convoca un pleno con tan poco tiempo.

    Pero cómo señaló Schulz, la decisión de los ciudadanos del Reino Unido de dejar la UE tampoco tiene precedentes. Y como resultado, con el apoyo de 395 eurodiputados frente a la oposición de 200 miembros de la Cámara comunitaria y la abstención de otros 71; una resolución igualmente extraordinaria: la petición al Gobierno británico de iniciar «de manera rápida y coherente» la activación del artículo 50 del Tratado de la UE.

    En este sentido el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, fue una vez más contundente al señalar que “debemos respetar la voluntad del pueblo británico” y “debe haber consecuencias”. Además, el luxemburgués pidió al Gobierno británico que “clarifique” la situación lo antes posible, para atajar la incertidumbre ya que “no habrá negociación sin notificación”.

    Mientras que por parte del principal grupo de la Cámara, el PPE, el alemán Manfred Weber incidió en que “esperamos la activación del artículo 50 y una negociación rápida y justa sobre la salida”. Además, en lo que pareció un nuevo ‘recado’ a Cameron, el conservador pidió a los líderes políticos que cesen los ataques contra Bruselas y que asuman responsabilidades.

    Una línea similar a la del líder del segundo grupo del Europarlamento, el italiano Gianni Pittella de los Socialistas y Demócratas. Así, Pittella, señaló que “la Unión Europea no puede convertirse en rehén de las luchas internas de los Conservadores» y que «las autoridades británicas deben notificar tan pronto como sea posible el deseo del Reino Unido de abandonar la UE”.

    Oficialmente, se trata de permitir que las negociaciones sobre las condiciones de la separación del Reino Unido de la Unión comiencen lo antes posible. Pero también, en la línea de las declaraciones en los últimos días de los líderes de las principales insituciones comunitarias, de un nuevo puntapié a los deseos del premier británico de aplazar a octubre la notificación al Consejo Europeo del resultado del referéndum para poner en marcha dicho proceso de ruptura.

    Así, la resolución solicitaba que lo hiciese ya en su próxima reunión; es decir, entre hoy y mañana. Es decir, que Cameron se viese de esta forma obligado a frustrar sus planes de endosar las negociaciones a quien habrá de sustituirle una vez se confirme su dimisión ‘en diferido’.

    Una pequeña venganza a posteriori frente a sus rivales políticos en el partido conservador: aquellos que contra su voluntad defendieron la salida del Reino Unido de la Unión. Cameron considera que estos, esencialmente su más que probable sucesor, el exalcalde de Londres Boris Johnson, se verán obligados a reconocer la falsedad de las promesas que han realizado en estas semanas de campaña una vez recaiga sobre ellos la responsabilidad de la negociación de ruptura. Y con ese reconocimiento, arrastrarles a su muerte política.

    Quizá por ello, los líderes europeos asumen en el fondo que, en contra de la voluntad que han manifestado en repetidas ocasiones a lo largo de estos días, Cameron no cursará la notificación en esta cumbre del 28 y 29 de junio. Tanto es así que ya se ha hecho publica la intención del presidente del Consejo, Donald Tusk, de convocar una nueva reunión informal para el mes de septiembre en Bratislava, capital del país que asumirá este 1 de julio la presidencia semestral de la Unión Europea: Eslovaquia.

    Una presidencia rotatoria cuyo orden, por cierto, también el Parlamento Europeo ha solicitado hoy al Consejo que modifique para evitar que el procedimiento de salida ponga en riesgo la gestión de la actividad diaria de la Unión. Y es que el Reino Unido debía asumirla en la segunda mitad de 2017.

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