El Gobierno francés amenaza con prohibir las manifestaciones contra la reforma laboral

Francia

El Gobierno francés amenaza con prohibir las manifestaciones contra la reforma laboral

Manifestación contra la reforma laboral en Francia

“En un momento en el se alberga la Eurocopa y cuando se enfrenta al terrorismo, no podrá haber más autorizaciones de manifestaciones si no se garantizan los bienes, las personas y los bienes públicos”, asegura el Ejecutivo. El Gobierno francés está decidido a frenar las movilizaciones contra su reforma laboral. Tras incrementar la acción policial contra los sindicalistas, el Ejecutivo de Manuel Valls ya ha amenazado con prohibir las manifestaciones si los sindicatos siguen por la línea de no “proteger la preservación de los bienes, de las personas y de los bienes públicos”.

Un anuncio que ya ha encontrado respuesta por parte del sindicato CGT, uno de los que está capitalizando las protestas. “Amenazar con prohibir las manifestaciones es signo de un Gobierno acorralado”, ha sentenciado la organización en un comunicado en su página oficial. Mientras tanto, los sindicatos continúan con su presión para que François Hollande cancele su reforma laboral.

La amenaza pronunciada por el portavoz del Gobierno, Stéphane Le Foll, llega un día después de otra gran jornada de manifestaciones en todo el país que se saldaron, según EFE, con 58 personas detenidas y 29 policías y 11 manifestantes heridos. “No podemos tener manifestaciones así en París en las próximas semanas”, ha denunciado el primer ministro, Manuel Valls.

El Gobierno galo apoya su idea de impedir las manifestaciones al ver la intensidad de las movilizaciones de los sindicatos, el cual ha acusado a la CGT de “falta de responsabilidad”, en la complejidad que está suponiendo la Eurocopa de fútbol a nivel de seguridad por los altercados entre ultras y en la amenaza terrorista que sobrevuela a Francia.

“En un momento en el que Francia alberga la Eurocopa (de fútbol) y cuando se enfrenta al terrorismo, no podrá haber más autorizaciones de manifestaciones si no se garantizan la preservación de los bienes, de las personas y de los bienes públicos”, ha aseverado el portavoz del Ejecutivo.

Una posibilidad que está muy presente en la mente del propio Valls que ha respondido ante la pregunta que no, por el momento, no se puede tomar una decisión genérica, pero que “nosotros asumiremos, caso por caso, nuestras responsabilidades”. De hecho, el francés ha asegurado que en las marchas de ayer había “de 700 a 800” manifestantes violentos que “querían sin duda matar” a los policías.

Acusación que la CGT ha calificado de “inaceptables” recordando a Valls que “no puede ignorar la responsabilidad de las autoridades públicas” que han de tener como “responsabilidad primordial” el “garantizar la seguridad y la vigilancia”. Algo que sí hicieron los organizadores de las movilizaciones, según el sindicato.

Por su parte, el expresidente y actual líder del partido conservador Los Republicanos (LR), Nicolas Sarkozy, ha seguido el camino de sus rivales políticos contra los sindicatos al exigir a la CGT responsabilidad “civil y financiera” por los incidentes de París.

La prohibición de manifestarse, en el caso de que se haga efectiva, llegaría después de varios meses de presión social contra una reforma laboral que ha encendido a los sindicatos y a gran parte de la sociedad francesa. No obstante, si las organizaciones mantienen su pulso contra el Gobierno, el Ejecutivo no será menos. Valls se ha reafirmado en su posición de no cambiar el texto al ser “bueno para las empresas y para los asalariados” y porque si finalmente cede significaría “la victoria de los que bloquean en la calle”.

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