La policía griega carga con gases lacrimógenos contra los refugiados de Idomeni

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La policía griega carga con gases lacrimógenos contra los refugiados de Idomeni

Ataque al campamento de refugiados de Idomeni

El precario campamento en la frontera con Macedonia estalla tras el intento de Grecia de desalojar a los 10.000 refugiados que no pueden avanzar hacia el interior de Europa. El campamento de refugiados de Idomeni se convirtió ayer en un polvorín tras los intentos de la policía griega de desalojarlo. El asentamiento, en la frontera de Grecia con Macedonia, ha devenido en un tapón que encierra a unas 10.000 personas según las estimaciones de los voluntarios que les asisten; aproximadamente la mitad de ellos son niños. La tensión alcanzó ayer cotas máximas y la policía griega cargó con gases lacrimógenos contra los refugiados, algunos de los cuales llevan meses en este asentamiento sin instalaciones. Muchos de ellos se sienten en un limbo aún mayor desde que la UE firmara el acuerdo con Turquía para devolver a migrantes al otro lado del Egeo.

Según una de las voluntarias de Bomberos en Acción destinados en Idomeni, la policía griega había avisado “hace dos días” a los migrantes acampados de que tenían intención de desalojar las tiendas y demás objetos montados en las vías del tren sobre las que se asienta el campamento. Los refugiados trataron de negociar con la policía para evitar el desalojo, aunque los efectivos insistieron en su intención de llevarlo a cabo. “Al principio hubo gritos y enfrentamientos entre ellos”, explica la voluntaria a ElBoletin. Según su relato, la policía comenzó cargar contra los refugiados, que a su vez comenzaron a lanzar piedras.

Ataque campamento refugiados

Un grupo de ellos trató de desplazar uno de los vagones abandonados en el asentamiento, empujándolo hacia la zona que ocupaba la policía y contra la valla metálica que les impide continuar hacia el centro de Europa a través de Macedonia.

La policía griega respondió con gases lacrimógemos. Ante los intentos de los refugiados por seguir desplanzando el vagón, los efectivos cargaron con más dureza, impidieron a voluntarios acceder a determinadas zonas del campo y comenzó una batalla campal que dejó tiendas en llamas, explosiones y una nube tóxica que provocó daños y desmayos en niños y mayores.

Ataque campamento refugiados

Voluntarios de esta ONG documentaron lo ocurrido a través de las redes sociales y no pudieron regresar al campo hasta esta mañana, encontrando a personas que aún necesitaban asistencia. Sus miembros denuncian que solo efectivos de la ONU y Médicos Sin Fronteras fueron autorizados a atender a los refugiados tras el taque policial de la tarde de ayer.

“La gente no se quiere ir a los campos militarizados porque con este tratado europeo les envían a Turquía; y ellos quieren elegir”, sostiene la voluntaria. “Hay gente que tiene familia en otras ciudades europeas y no les dejan seguir. A los que han intentado cruzar la frontera y les han pillado, la policía macedonia les quitó la documentación”, explica. Según los testimonios recabados por los voluntarios, las personas que perdieron su documentación temen ser deportadas directamente a sus lugares de origen, muchos de ellos en mitad de una guerra.

Aunque no es la primera vez que la policía griega usa su fuerza en Idomeni, no es un comportamiento habitual de los efectivos helenos. El lanzamiento de gases lacrimógenos y el uso de cañones de agua sí ha sido una técnica habitual de las policías macedonia y húngara en los últimos ocho meses de recrudecimiento de la crisis de refugiados.

Ataque campamento refugiados
Ataque campamento refugiados

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