Obama visita Alemania en medio de tensiones por acuerdo TTIP

Alemania

Obama visita Alemania en medio de tensiones por acuerdo TTIP

Barack Obama y Angela Merkel

Más de 50.000 personas son esperadas a las protestas convocadas el sábado en Hannover contra el acuerdo que prevé la creación del mayor espacio de libre comercio del mundo. El ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger se quejó una vez en público de que nunca sabía a quién llamar si quería ponerse en contacto con Europa.

Cerca del final de sus ocho años en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegará el domingo a Alemania para realizar su quinta visita a sabiendas de quién es la persona a la que hay que llamar: Angela Merkel. Tras más de una década en el poder, la canciller alemana se ha convertido en la interlocutora más idónea.

Los mandatarios han construido en los últimos años una relación sólida en la que prima el respeto. Aunaron esfuerzos para impulsar el acuerdo global de protección climática, avanzar en un acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea y contener a una Rusia más agresiva que antaño.

«Creo que Merkel y Obama se respetan mutuamente. Comparten los mismos objetivos», señala Johannes Thimm, analista de Estados Unidos en el instituto alemán de asuntos internacionales y de seguridad (SWP, por sus siglas en alemán), con sede en Berlín. «A nivel profesional su relación marcha muy aceitada. Pueden fiarse el uno del otro».

Sin embargo, el vínculo tuvo sus altibajos. En 2013, la relación se tensó al salir a la luz que el servicio secreto estadounidense NSA había intervenido el celular de Merkel. Desde entonces, Merkel ha usado menos superlativos al referirse al gran socio transatlántico.

Poco antes de los encuentros que tendrán lugar el domingo y el lunes, el gobierno alemán llamó a Estados Unidos «un socio muy importante». Sin embargo, Merkel no dejó lugar a dudas de que considera a Estados Unidos su principal aliado y de que Alemania siempre le estará agradecida por su ayuda en la construcción de su democracia tras la Segunda Guerra Mundial.

La lista de temas que ocuparán a los líderes que inaugurarán el domingo la Feria Industrial de Hannover, la mayor del mundo, es larga: la crisis de los refugiados y el desafío que plantea para la cohesión de Europa, el debate por la posible partida del Reino Unido de la Unión Europea, la amenaza del terrorismo islamista, entre otros.

También figurarán en la agenda el polémico Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP, por sus siglas en inglés) entre Estados Unidos y la Unión Europea.

Muchos alemanes temen que el acuerdo que es negociado en secreto implique rebajar los criterios ecológicos y sociales vigentes en Europa y que se vea reforzada la postura de los inversores a través de tribunales especiales para arbitrar en controversias de comercio entre inversores y Estados.

Mientras que Merkel y los principales representantes económicos de Alemania se han sumado a Obama para apoyar el proyectado acuerdo que crearía la mayor zona de libre comercio del mundo, la resistencia en la población y en algunos sectores políticos es creciente.

Asimismo podría ser tema de los encuentros el escándalo por la manipulación de motores de la automotriz alemana Volkswagen, que estalló en septiembre pasado en Estados Unidos. Una encuesta del think tank German Marshall Fund revela que 46 por ciento de los estadounidenses perdió la confianza a Volkswagen.

Merkel ha ayudado a cumplir las expectativas de Washington de que Alemania juegue un papel militar más global al sumarse a la alianza antiterrorista en Siria e Irak mediante el suministro de armas alemanas a las tropas kurdas.

La Casa Blanca también elogió a través de su asesor adjunto de seguridad nacional Ben Rhodes «el valor y la visión enormes» de Merkel en la crisis de los refugiados.

Obama llegará el domingo a Alemania en la tercera y última escala de una visita al Medio Oriente y Europa. En horas de la tarde será recibido con honores militares por Merkel en el Palacio Herrenhausen, un edificio clasicista con un soberbio parque barroco en las afueras de Hannover, para una primera reunión bilateral, tras lo cual ambos comparecerán ante la prensa.

A última hora de la tarde, los mandatarios inaugurarán la Feria Industrial de Hannover, que tiene por primera vez a Estados Unidos como país invitado. Posteriormente, la canciller agasajará a Obama con una cena en el Palacio Herrenhausen que contará con la presencia de representantes de la economía y la industria de ambos países.

En la mañana del lunes, Merkel y Obama realizarán el tradicional paseo por la feria y visitarán los stands. Allí se espera que el jefe de Estado norteamericano pronuncie un discurso.

Poco antes de partir, Obama se entrevistará con Merkel y el presidente de Francia, François Hollande, el premier británico, David Cameron, y el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, en un G7 reducido, sin Canadá y Japón.

La cita del G5 también girará en torno a los temas tratados el día anterior de forma bilateral: la guerra de Siria, el conflicto de Ucrania, la crisis de los refugiados y en relación con ésta la situación en Libia, según anunció la propia Merkel.

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