¿Ha perdido Bernie Sanders sus posibilidades frente a Clinton?

Primarias EEUU

¿Ha perdido Bernie Sanders sus posibilidades frente a Clinton?

Bernie Sanders, senaor del Partido Demócrata por Vermont

Un análisis pormenorizado de los datos demográficos permite concluir que el senador por Vermont podría haberse quedado ya sin opciones de hacerse con la victoria final La victoria de este sábado en las primarias de Nevada de Hillary Clinton frente a Bernie Sanders está lejos de ser la victoria contundente que podría disipar todas las dudas sobre la candidatura de la exsecretaria de Estado. Por el contrario, los poco más de cinco puntos porcentuales de distancia son un resultado que el senador por Vermont habría firmado hace tan sólo unos meses, o incluso semanas, cuando las distancias eran mucho mayores.

Sin embargo, sí han supuesto una ruptura con el ‘momentum’ que parecía consolidarse en torno a la candidatura de Sanders. Un impulso del que éste no podia permitirse prescindir, dada la gran desventaja que aún mantenía en las encuestas a nivel federal con Clinton y en el reparto de ‘superdelegados’. Si el senador por Vermont quería llegar con opciones al final de la carrera, su única alternativa era ir acumulando resultado positivos en una dinámica que hiciese indiscutible su nominación. Algo que llegó a parecer posible tras las dos primeras primarias: en Iowa casi consiguió empatar, y en New Hampshire ‘arrasó’ a Clinton.

Pero todos los análisis coincidían en que primero Sanders debía superar un gran obstáculo: demostrar que también era un candidato para las minorías raciales. Se decía que conforme las primarias se fuesen acercando a otros Estados más diversos en su composición racial, las posibilidades del senador por Vermont irían disminuyendo ya que éste estaba cimentando sus inesperados éxitos en los grupos de edad más jóvenes, sí… pero, sobre todo, entre la población blanca. Y ese escepticismoo se ha probado fundado.

Por eso, mucho más importante que el resultado global, es la desagregación de los datos por grupos demográficos. Así, un análisis pormenorizado de los resultados en Nevada, como el realizado por Al Giordano, permite concluir que Bernie Sanders no tendría posibilidades de hacerse con la victoria. Ya tan sólo podría aspirar a alargar la carrera.

Eso sí, siempre y cuando se mantuvieran las tendencias en la distribución de voto entre grupos raciales. Una premisa que podría parecer aventurada, y cuestionar la anterior afirmación; pero que, y he aquí la gran fuerza de dicho pronóstico, lo cierto, es que así se ha cumplido en las anteriores campañas de primarias. Si lo prefieren: salvo que las bases demócratas experimenten un cambio inédito en su comportamiento durante las próximas semanas, Clinton ya podría anotarse la candidatura demócrata.

De esta forma, si extrapolásemos los resultados registrados en Nevada según sus grupos raciales a Carolina del Sur; Clinton debería ganar las primarias que la próxima semana tendrán lugar en el estado del sureste de EE.UU. por un margen del 63% frente al 37% que debería registrar Sanders. A continuación, en el conocido como ‘súper-martes’ que tendrá lugar el 1 de marzo, el senador podría tener posibilidades de disputar la victoria en los cinco estados con menor diversidad racial (Massachussetts, Minnesota, Oklahoma, Colorado y su estado, Vermont). Pero estos tan sólo reparten 282 delegados; mientras que los otros seis estados en los que Clinton habría de imponerse aportan 371.

De forma similar, en las dos semanas siguientes, Sanders tendría condiciones más favorables en las primarias de Kansas, Nebraska y Maine, que reparten un total de 83 delegados mediante primarias; mientras que Clinton se beneficiaría nuevamente de la diversidad racial de Louisiana, Michigan y Mississippi con 217, entre los tres.

Así, el golpe definitivo llegaría el 15 de marzo en el que se repartirían 691 delegados entre Florida, Illinois, Missouri, Carolina del Norte y Ohio. Y es que dicha fecha conlleva aún peores perspectivas para Sanders ya que estos cinco estados tienen una composición multirracial. Es decir, la irreversibilidad de la ventaja de Clinton podría haberse materializado ya para mediados de marzo.

De ahí, que el senador por Vermont podría haber cometido un error mayor de lo que se podía permitir, cuando en su discurso de concesión en Nevada fijó su punto de mira en el ‘súper-martes’. Es decir, cuando implícitamente, dio por perdidas las primarias Carolina del Sur. Y, con ella, como señala Giordano, quizá su última oportunidad de revertir las tendencias entre la población afroamericana, ya que unas segundas primarias en las que el senador por Vermont no consiguiese llegar ni tan siquiera al 30% entre este grupo de población pasarían a convertir ese dato, en ‘una norma’.

Pero ha sido peor aún. Los simpatizantes de la campaña de Sanders, han emitido en las redes sociales diversos mensajes en los que culparon a la población afroamericana de la derrota de Sanders en Nevada. Algo que obviamente no ayudará a las aspiraciones del senador de ganar popularidad entre las minorías raciales. Y, menos aún, que los seguidores del candidato demócrata impidiesen a Dolores Huerta, la histórica cofundadora del Sindicato de Trabajadores Agrícolas de América, que a sus 85 años pudiese realizar labores de traducción para los asistentes de origen hispano que acudían a los caucus demócratas celebrados en Nevada.

Huerta había manifestado su apoyo a Clinton y, por ello, los seguidores del senador sentían recelos de que pudiese manipular las traducciones con el objetivo de favorecer a la exsecretaria de Estado. Un nuevo traspiés en la campaña de Sanders que muy seguramente le lastrará también entre los votantes de origen latino.

Es decir, con la otra gran minoría racial que resulta cada vez más determinante para los resultados de los demócratas y en la que, aquí sí, Sanders había conseguido ‘mantener el tipo’ en Nevada. Si bien, conviene señalar, que no tanto como se ha intentado difundir desde el equipo de campaña del senador. Aunque éste se atribuyó la victoria entre los latinos, aprovechando la confusión en los resultados, la realidad es que Clinton ganó en los ‘caucus’ con mayor porcentaje de población de este origen.

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