Los ahorradores responden acumulando efectivo a los nuevos tipos negativos impulsados por el BoJ. La semana pasada entró en vigor el tipo negativo de un 0,1% que el Banco de Japón (BoJ) aplica a sus depósitos y la medida ya se está dejando notar en las ferreterías del país, donde, tal y como publica The Wall Street Journal, se está disparando la venta de cajas fuertes.
La medida, que aplica un interés negativo anual del 0,1% a parte de los depósitos que los bancos nipones mantienen con la entidad, afecta a unos 10.000 billones de yenes en fondos bancarios, en torno a un 4% de todo lo depositado en el BoJ.
En este escenario, no es extraño que los consumidores estén comenzando a apostar por las cajas fuertes, donde la tasa de interés efectiva siempre es cero, frustrando los planes del banco central nipón para que el dinero circule con más fuerza.
Shimachu Co., que opera una cadena de ferreterías, dijo el lunes que las ventas de cajas fuertes en la semana que terminó el domingo fueron dos veces y media más altas que en el mismo período del año anterior. “En respuesta a los tipos de interés negativos, hay personas de edad avanzada que están pensando en mantener su dinero debajo del colchón”, señala Mariko Shimokawa, una vendedora en una tienda Shimachu al diario estadounidense.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda introdujo la política de tasa negativa el 29 de enero, en virtud del cual los bancos comerciales se les cobra una tasa de un -0,1% sobre los depósitos que mantienen en el banco central.
Tras este anuncio, para los consumidores se ha vuelto aún más difícil encontrar un rendimiento positivo en los productos de ahorro. El Sumitomo Mitsui Financial Group redujo su tasa de depósito ordinaria a 0,001% desde el 0,02%. Eso significa que el equivalente de un depósito de 1.000 euros en el banco ofrecería un céntimo de interés, muy por debajo de lo que cuesta retirar dinero de los cajeros automáticos los fines de semana, casi un euro.
El aumento del dinero en efectivo no es una novedad en Japón, donde los tipos de interñes bajaron hasta prácticamente el 0% a finales de la década de los 90. El boletín Oriental Economist señalaba este mes que el importe total de billetes de yen en circulación se ha triplicado desde 1995 en relación con el tamaño de la economía japonesa, al tiempo que los ahorradores continúan acumulando efectivo.
