El Banco de Grecia ‘conspiró’ contra los planes de Varoufakis

El Banco de Grecia ‘conspiró’ contra los planes de Varoufakis

    Yannis Varoufakis, exministro de Finanzas de Grecia

    Su gobernador, Stournaras, reconoce haber desarrollado sus planes en contacto con anteriores primeros ministros y el propio presidente de la República. En una entrevista en Skai TV, el gobernador del Banco de Grecia, Yannis Stournaras, ha reconocido esta semana que la entidad que él lidera tomó medidas para evitar la introducción de una moneda paralela al euro durante las negociaciones entre el Gobierno del país heleno y sus acreedores de la pasada primavera.

    Según describe Ekathimerini, Stournaras reconoció en dicha entrevista haberse puesto en contacto con los asesores legales del banco, anteriores primeros ministros y el propio presidente de la república, para “establecer una muralla, una defensa contra desarrollos de ese tipo”. Esta última frase en referencia a las informaciones que apuntaban por esas fechas a las intenciones del entonces ministro de finanzas, Yannis Varoufakis, de introducir una moneda paralela.

    En realidad, Varoufakis había preparado un sistema de pagos y una banca paralela utilizando el Número de Identificación Fiscal (NIF) de individuos y empresas para poder operar con una moneda electrónica si fuese necesario. La idea era establecer un sistema de pagos que permitiera funcionar en euros pero que pudiera cambiarse a dracmas (anterior moneda griega) «de la noche a la mañana» en el caso de que la troika forzara el cierre de los bancos.

    Algo que, efectivamente, ocurrió a finales de junio y, en última instancia, se convirtió en el factor decisivo que obligó al Gobierno de Tsipras a capitular ante sus acreedores. Ante la ausencia del mencionado “plan b” diseñado por Varoufakis, el primer ministro griego se vio obligado a elegir entre la salida de Grecia del euro o aceptar los términos que se le impusieron y optó por ceder.

    Sin embargo, las cosas podrían haber sido diferentes ya que unos meses antes el polémico ex ministro de finanzas había comenzado a trabajar con un pequeño equipo para preparar el mencionado “plan b”, pero no obtuvo el visto bueno final de Tsipras. Por ello, a la vista de la confesión realizada por Stournaras cabe plantearse qué hubiese sucedido si el plan de Varoufakis hubiese salido adelante. Cuando menos se hubiese producido un conflicto de legitimidades entre un Gobierno elegido democráticamente y un banco central cuyos representantes, pese a ser igualmente legítimos, no cuentan con un mandato democrática tan directo.

    Una cuestión muy sensible que para más inri, se hubiese añadido a la agresividad con que el Banco Central Europeo (BCE) se comportó en esos días al cortar la liquidez a los bancos griegos en un proceso más que cuestionable. De hecho, según la analista Frances Coppola, la entidad violó claramente su mandato de asegurar la estabilidad financiera “al iniciar deliberadamente una estampida bancaria”.

    Varoufakis continúa su plan B

    Unas cuestiones de fondo que en realidad siguen sin resolverse y que son, precisamente, las que explican que el propio Varoufakis haya presentado hoy su manifiesto “ Plan B, contra la austeridad, por una Europa democrática”. Su intención es la de “generar un espacio de confluencia… para consensuar una agenda común de objetivos, proyectos y acciones con el fin último de romper con el régimen de austeridad de la UE y democratizar radicalmente las instituciones europeas, poniéndolas al servicio de la ciudadanía”.

    Intelectuales, activistas y políticos, entre ellos la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, eurodiputados de Podemos e IU o el diputado de Podemos Alberto Montero la han firmado ya.

    El siguiente paso será una conferencia que se llevará a cabo en Madrid del 19 al 21 de febrero.

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