¡OXI! Y ahora, ¿qué?

Referéndum en Grecia

¡OXI! Y ahora, ¿qué?

Los griegos celebran en masa la victoria del ‘no’, un resultado con miras a Europa que llena la actualidad de incógnitas. Todos los datos e insinuaciones incitaban a los griegos a votar ‘sí’. Sí a la austeridad a cambio de dinero y estabilidad. Una victoria del ‘no’, aseguraba Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo, obligaría a Grecia a salir de la zona del euro y a cambiar de moneda. Todo lo que no fuera ‘sí’ llevaría al país heleno a la bancarrota, avisaban otros medios y políticos. Sin embargo, los griegos, que sentían que algo tenían que decir, han votado ‘nó’.

Fiesta en Sintagma

“¡No a la austeridad!”, “¡No a la esclavitud!”, exclamaban varios jóvenes en la céntrica Plaza Sintagma, nada más conocer los resultados de los primeros sondeos, que ya auguraban una victoria del ‘no’.

La plaza, que está enfrente del Parlamento griego, rápidamente se fue llenando de periodistas, curiosos y optimistas del ‘no’. Que la victoria haya sido una negación (OXI = NO) provoca una dialéctica muy propia del lugar donde se ha producido. “¡Sí al NO!”. Parece cuestión griega contradecir a la lógica. O a la supuesta lógica.

“Es un orgullo enorme ver cómo los griegos no nos hemos asustado. Hemos dicho ¡basta! a la austeridad” decía Mikos (43 años), militante de Syriza. Él, junto a varios compañeros del partido, afirma que la pelota está ahora en Bruselas, y que no podrán obviar la opinión griega, “ahora vamos a ser más fuertes en la negociación”.

Desde luego, tras la victoria por casi 20 puntos del ‘no’, Europa no lo tendrá fácil. De hecho, la cena que mañana mantendrán Angela Merkel y Françoise Hollande es síntoma de lo que viene, como la reunión convocada esta misma noche por el Consejo Europeo para el próximo martes. Tampoco para Grecia es claro el camino, en absoluto. Aun así, el ministro de Finanzas heleno, Yanis Varoufakis ha asegurado este domingo que si el ‘no’ ganaba, Grecia alcanzaría un acuerdo en menos de 24 horas.

“Hemos dicho no a la austeridad, no a Europa” responde Elena (28 años). Como ella, muchos de los presentes en Sintagma enfatizan la cuestión europea. Aseguran que quieren y van a seguir en Europa, y que “la oposición y los medios quieren hacer creer lo contrario para que la idea no se propague a otros países como España”. Es curioso cómo la mayoría de los entrevistados favorables al ‘no’ aluden a Pablo Iglesias. “Syriza, Podemos, Venceremos”, gritan. Pocos saben su nombre, pero todos conocen su coleta.

“¡Alexis Tsipras, sigue adelante, Grecia te necesita!” es otro de los muchos cánticos que suenan en Syntagma, mientras numerosos de los presentes abuchean cuando el ex primer ministro Andonis Samaras aparece en las televisiones de los bares colindantes a la plaza para anunciar que deja su cargo al frente de Nueva Democracia. “Adiós Samaras, Adiós”, cantan.
En el interior de la plaza, la bandera de Syriza es la más popular después de la griega. Sin embargo, Irini (38 años) asegura que “hay muchos votantes de otros partidos” entre los presentes, como Kostas, que en un breve pero claro alegato asegura ser “un verdadero griego. No de Syriza”.

Los abrazos, los bailes y las canciones tradicionales se suceden, y se prevén para largo. Sin embargo, entre tanto alborozo, Natis (64 años) prefiere mantenerse cauto, porque considera que su generación está enferma, “somos de los Balcanes. Todo está corrupto. Hasta que pase mucho tiempo este país no recuperará su decencia” no sin antes asegurar que la victoria del ‘no’ “es un paso hacia esa dignidad”.

Tsipras y el futuro

“Alexis, Alexis” entonan los congregados antes de permanecer en absoluto silencio. El primer ministro griego comparece en la televisión pública griega para asegurar que la democracia ha vencido al chantaje, y que está convencido de que el BCE comprende la dimensión humanitaria de la crisis en Grecia. Además, Tsipras asegura que el ‘no’ será un arma de negociación por la consecución de un acuerdo que libere a Grecia de la austeridad. Aplausos, fin del discurso. Vuelven los abrazos y las canciones.

Sin duda, el éxito del ‘no’ abre ahora nuevas incertidumbres que hoy, por temas de festejos, parece no haber o nadie querer. “Eso será otro día, hoy toca celebrar la democracia y la valentía” asegura Marta (41 años). “Sabemos que nuestro futuro es muy complicado, pero por lo menos, tenemos algo que celebrar”.

A la vista del mes de julio que le espera a Grecia, con más de 3.500 millones de euros que pagar al BCE el día 20, quizá no esté de más un rato de felicidad. Después, ya este lunes, llegará la preocupación por afrontar ese pago, que si no se produce, el BCE podría dejar de sostener a la banca helena, lo que supondría una bancarrota.

Ese dinero y en ese día es de las pocas cosas claras que hay a esta hora de la noche. Lo que pueda pasar o dejar de pasar hasta entonces son meras hipótesis. Ya dijo San Juan de la Cruz que “para ir a donde no se sabe, hay que ir por donde no se sabe”, y Grecia, cansada de la austeridad, parece haber decidido tomar ese camino.

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