El 20 de julio, punto de no retorno para que Grecia siga en el euro

El 20 de julio, punto de no retorno para que Grecia siga en el euro

Yanis Varoufakis, ministro de Finanzas de Grecia

Si Grecia no paga al BCE los 3.400 millones que vencen el 20 de julio, el país estará fuera del euro. Una vez formalizado el impago de los 1.550 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI), Grecia navega por aguas procelosas sea cual sea el resultado del referéndum del próximo domingo. La nueva fecha límite para cerrar un acuerdo con sus socios europeos es el 20 de julio; si ese día el país no puede pagar los 3.400 millones de euros que debe al Banco Central Europeo (BCE), la salida del euro será prácticamente un hecho.

Grecia celebrará este domingo un referéndum en el que el pueblo griego decidirá si acepta los ajustes y reformas planteados por Bruselas (la opción del ‘Si´’) o da su respaldo al Gobierno de Alexis Tsipras (‘No’), que considera estos ajustes inaceptables y aboga por una nueva negociación con los acreedores en términos menos estrictos.

Sea cual sea el resultado –una victoria del ‘No’ haría más complicado un acuerdo- de esta consulta, Grecia seguirá afrontando en las próximas semanas vencimientos de deuda a los que difícilmente podrá hacer frente una vez que ayer finalizó la prórroga del segundo rescate.

De este modo, el próximo 13 de julio debería pagar otros 453 millones al FMI del rescate de 2010, aunque lo más probable es que tampoco realice este pago, y el 17 de julio 1.000 millones del vencimiento de las letras a corto plazo.

No obstante, el punto de no retorno será el 20 de julio. Ese día deberá pagar al BCE unos 3.400 millones de euros a través de dos vencimientos del rescate de 2012. Si el Gobierno griego no ha llegado para entonces a un acuerdo con sus socios europeos para poder cumplir con este pago, la salida del euro será una realidad sea cuál sea el resultado del referéndum.

El BCE se ha convertido en las últimas semanas en el único soporte de Grecia para evitar la quiebra, gracias a los fondos de emergencia (ELA) otorgados a unos bancos griegos en plena fuga de depósitos. La situación es tan delicada que el simple anuncio de que la institución mantendría pero no elevaría esta línea de emergencia obligó al gobierno heleno a decretar un ‘corralito’.

El consejo de gobierno del BCE celebra hoy una nueva reunión no-monetaria, aunque no se espera que tome decisiones drásticas, manteniéndose al margen del debate político.

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