Draghi da el pistoletazo de salida a la compra de bonos, en la que deja fuera a Grecia

Banco Central Europeo

Draghi da el pistoletazo de salida a la compra de bonos, en la que deja fuera a Grecia

Mario Draghi, presidente del BCE

Draghi defiende que la decisión de no comprar los bonos griegos se debe «a las reglas” y no a “una decisión política”. El programa de compra de bonos (quantitative easing) de 60.000 millones de euros mensuales que adelantó en enero el Banco Central Europeo (BCE) ya tiene fecha. Comenzará oficialmente el próximo lunes 9 de marzo, según ha confirmado el presidente de la institución, Mario Draghi, que ha asegurado asimismo que ya ha visto un “significativo número de efectos positivos” desde que se realizó este anuncio.

La rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, que en esta ocasión se ha celebrado en Nicosia (Chipre), ha estado marcada, como no podía ser de otra manera, por Grecia. Según ha explicado Draghi, “lo último que se puede decir es que el BCE no ha apoyado a Grecia”, ya que sólo en los últimos dos meses la institución ha duplicado sus préstamos al país hasta alcanzar los 100.000 millones de euros, un 68% del PIB heleno, “la ratio más alta de toda la euroona”.

En ese sentido, “se puede decir que el BCE es el banco central de Grecia, pero también es el banco central de todos los otros países de la zona euro”, ha comentado Draghi. Un modo de decir que el apoyo al país tiene unos límites que no se ha cansado de repetir ante la insistencia de la prensa. Uno de estos límites es que la deuda griega no tiene categoría de ‘grado de inversión’, por lo que se queda fuera del QE (al igual que Chipre) tal y como estaba previsto.

Paradójicamente, el presidente del BCE ha avisado además de que la institución sólo comprará bonos soberanos con rentabilidades negativas hasta límite que marca facilidad depósito (-0,20% actualmente), lo que podría dejar también fuera del programa un buen puñado de emisiones de los países más solventes, especialmente Alemania.

Otro de los obstáculos que tendrá que sortear Grecia para que el BCE comience a comprar su deuda son las propias negociaciones del rescate. Tal y como ha explicado Draghi, no habrá compras tampoco dentro del programa OMT (por las que el BCE compra bonos a corto plazo de los países rescatados) mientras siga “en revisión” este programa. Además, el banco central ya ha superado el límite del 33% de la deuda, así que hasta que no comiencen los vencimientos no podrá haber más compras.

Para Draghi, la decisión de no comprar los bonos griegos se debe a las reglas y “no responde a una decisión política”. Unas reglas en las que se escuda también para rechazar un aumento del límite de emisión de deuda a corto plazo por parte del gobierno heleno. “No podemos imprimir dinero para comprar bonos soberanos”, ha explicado, ya que eso supondría “financiar el déficit público”, algo prohibido en los tratados.

No obstante, sí recibirán un mayor apoyo los bancos griegos. Draghi ha anunciado un incremento del Emergency Liquidity Assitance (Provisión Urgente de Liquidez) para Grecia en 500 millones. “Los bancos griegos son solventes y están por encima de los requerimientos de capital”, a defendido el presidente del BCE, aunque tienen problemas de liquidez ante la fuga de depósitos y la imposibilidad de acudir a la ventanilla de colateral del BCE.

Tal y como se esperaba, el BCE ha mantenido los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,05%, al tiempo que ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento económico. Según las previsiones del ‘staff’ del BCE, el PIB de la eurozona crecerá un 1,15% en 2015, 1,9% en 2016 y 2,1% en 2017, una revisión al alza para los próximos dos ejercicios que refleja “el efecto favorable del precio del petróleo más bajo, de la caída del euro y de las últimas medidas anunciadas por el BCE”. En cuanto la inflación, no alcanzará el objetivo del BCE (ligeramente por debajo del 2%) hasta 2017, cuando se situará en el 1,8%.

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