División en el seno del BCE por la decisión de cerrar el grifo a Grecia

Banco Central Europeo

División en el seno del BCE por la decisión de cerrar el grifo a Grecia

    Sede del BCE

    La financiación de los bancos griegos pasará a depender de las líneas de emergencia (ELA), que son mucho más caras. Cuando el Banco Central Europeo (BCE) cierra una puerta, siempre abre una ventana… pero a un precio más alto. Esa es una de las conclusiones que se pueden extraer de la decisión de los hombres de Draghi de dejar de aceptar la deuda griega como colateral a partir del próximo 11 de febrero, algo que hasta el momento hacía de manera excepcional debido a que Grecia estaba bajo un programa de ayudas de la Unión Europea y el FMI.

    El BCE ya había avisado de que esta excepción se retiraría si finalizaba el programa del EFSF (extendido desde el 31 diciembre hasta el 28 de febrero de momento) y no hubiera un acuerdo para que Grecia entrara a financiarse dentro de otro programa (ESM). Aún así, según publica hoy el Financial Times, la decisión de cortar el grifo a Grecia de manera anticipada no contó con demasiado consenso dentro del propio consejo de gobierno, ya que algunos de los responsables preferían esperar hasta que finalmente finalizase el programa de ayudas.

    No obstante, según destaca el diario británico, algunos de los miembros que querían esperar no tenían voto. Desde el pasado mes de enero debido a la entrada de Lituania en la eurozona, el consejo de gobierno trabaja bajo un sistema de rotación en las votaciones. Así, este mes los gobernadores de los bancos centrales de Grecia, Chipre, Irlanda y Francia no podían votar.

    Finalmente, el anuncio de que la institución de política monetaria deja de aceptar bonos del gobierno Griego como colateral llega dos semanas antes de lo previsto señalando que “en este momento no es posible asumir una conclusión exitosa de la revisión del programa”.

    Tras este anuncio, la financiación de los bancos griegos pasará a depender de las líneas de emergencia (ELA), que son mucho más caras. Los analistas de JP Morgan señalan en un informe que calculan que unos 40.000 millones de euros pasarán a financiarse en el ELA el 11 de febrero a un ‘spread’ de unos 150 puntos básicos, lo que supondrá un coste de unos 500 millones de euros. Es decir, en vez de un interés del 0,05% por las operaciones anteriores, pasarán a pagar un 1,55%

    Tras una caía de depósitos en los bancos griegos de 4.000 millones de euros en diciembre hasta 160.000 millones, JP Morgan estima que ha habido salidas de depósitos por otros 10.000 millones en enero acercándose al mínimo de 150.000 millones de junio del 2012.

    En cualquier caso, los analistas consideran que el BCE nunca tomaría la decisión de “desenchufar” la financiación a los bancos griegos solo. Para que se le cortara la financiación a través del ELA a Grecia, haría falta una votación en la que el 66% del BCE estuviera de acuerdo. Si eso ocurriera, el país estaría fuera del euro en la práctica.

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