Si los organizadores del evento tecnológico aprueban cambiar su ubicación, este se llevará fuera de España. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, no tiene posibilidades de arrebatar a Barcelona el Mobile World Congress ni ahora –aprovechando el perjuicio que han causado al evento tecnológico las huelgas del transporte público- ni en el futuro, si hacemos caso a lo que asegura hoy elconfidencialdigital.com.
Recuerda este medio online que “hace ya meses que la presidenta madrileña viene planteando esta idea. El pasado mes de agosto anunció, por ejemplo, que trabajaría para que el MWC se celebre en Ifema y apostó en cualquier caso por implantar una gran Feria Tecnológica en Madrid” y que insistió este miércoles en que la capital de España se merece acoger el congreso por “aportar más estabilidad, infraestructuras, comunicaciones y personal cualificado” frente al caos en las comunicaciones vivido esta semana en Barcelona.
Sin embargo, según elconfidencialdigital.com la posibilidad de un traslado a Madrid no tiene ninguna posibilidad de prosperar, ya que así se lo han revelado altos ejecutivos próximos a la organización del Mobile World Congress.
Y explica que “el mensaje transmitido por GSMA a altos cargos del Gobierno en funciones es que si el evento cambia de ubicación, en ese mismo momento se planteará la salida definitiva del país. Argumentan que este tipo de certámenes no se muevan apenas unos kilómetros si deciden trasladarse. Lo que se hace, habitualmente, es una apuesta por otro país”.
Precisando que de hecho “ GSMA se ha planteado ya varias alternativas fuera de España”, desvelando que “una de las ciudades receptores que se han barajado con fuerza es Milán. El nombre de la localidad italiana ya estuvo sobre la mesa cuando, a mediados del año pasado, se encontraba en el aire la renovación del contrato con la llegada de Ada Colau a la alcaldía de la ciudad Condal.
Informa que el MWC tiene la opción de seguir en Barcelona hasta 2023. Pero cuenta también con una cláusula para poder renovar o no en 2018. “A Hoffman, la amenaza secesionista de Cataluña no le asusta, porque no se la cree… pero no tolera que haya problemas con la logística”, explica un dirigente empresarial próximo a la organización.
En GSMA consideran que Ada Colau ha incurrido esta vez en un grave incumplimiento de contrato al no garantizar el transporte de los asistentes al recinto ferial en las condiciones acordadas legalmente.
Al firmar el contrato se incluyó una cláusula donde se establecía de forma muy clara la frecuencia y capacidad mínima de los trenes de Metro que se dirigen al Congreso, que debían cumplirse ya en la edición de este año.
Al haberse celebrado la huelga, que ha tenido una incidencia muy notable en el transporte con destino a la feria, no se han cumplido las condiciones establecidas.
Según el citado digital “este el argumento que la organización va a esgrimir ante Ada Colau para exigir una revisión en profundidad de los compromisos”.
Entre las modificaciones que se plantean introducir es que la actual concejal de Movilidad, Mercedes Vidal, abandone la presidencia de la Empresa Municipal de Transportes. Según los organizadores que una misma persona compatibilice los dos cargos –concejal y presidente- facilita este tipo de problemas.
Si el responsable de la EMT no fuera un cargo político, añaden, la huelga no hubiera adquirido la dimensión final que ha tenido. Este análisis es fruto de la experiencia adquirida por GSMA en la negociación de otros eventos de estas características por el mundo: una bicefalia facilita una guerra política que acaba dando problemas.
