«O no se leyó los correos o actuó al dictado de Blesa»

Caso Blesa

«O no se leyó los correos o actuó al dictado de Blesa»

    Elpidio José Silva, juez

    El juez Silva presenta mañana su querella contra el instructor que investiga su causa, a la que se han sumado casi 166.000 firmas tras la petición registrada en la plataforma Change.org por Miguel Ángel Revilla. El juez Elpidio José Silva presentará mañana su querella criminal contra el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) Jesús Gavilán Gómez por un presunto delito de prevaricación. Esta querella ha logrado el apoyo de casi 166.000 firmas, entre ellas las del expresidente de Cantabria y secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla, que registró una petición en la plataforma Change.org en apoyo al juez Silva.

    En la querella a la que ha tenido acceso ElBoletin.com, el juez que encarceló a Blesa denuncia que lo que “se está atacando” con la instrucción contra él “no es otra cosa que la independencia Judicial de aquellos destinados legalmente a investigar a los poderosos”, lo que, viniendo de alguien llamado a investigar al juez Silva, “supone la realización intromisiva y obstaculizadora de un órgano judicial”. “Y lo que venimos a denunciar, precisamente, es que esta actuación del Instructor sería presuntamente prevaricadora”.

    El juez Jesús Gavilán Gómez investiga a Silva por un presunto delito de prevaricación por el proceso judicial que llevó a cabo en el ‘caso Blesa’, y en el que llegó a enviar hasta en dos ocasiones a la cárcel al expresidente de Caja Madrid. Según la querella que se presentará mañana, la instrucción de Gavilán “es un resumen de valoraciones personalísimas, de corte inquisitivo, asumiendo burdamente la tesis de la acusación, con un único fin: perjudicar a mi representado injustamente, condenándole de antemano, con claro abuso de autoridad”.

    El juez Silva denuncia en su querella “diferentes actos” por parte del juez Gavilán que impidieron “deliberadamente” el ejercicio de su defensa, entre ellos la prohibición de que se facilitase a la defensa los polémicos correos corporativos de Blesa en Caja Madrid, que han levantado un fuerte revuelo en la prensa, al calificarlos todos de carácter íntimo.

    Según la defensa de Silva, el juez Gavilán sólo tuvo dos opciones para ordenar esta prohibición: o bien “no leyó realmente el contenido de 8.700 correos electrónicos en el transcurso de siete días para poder discriminar el contenido íntimo y excluirlo”, o bien, “el único motivo que le guió” para el dictado del auto en el que prohibía su llegada a la defensa “fue el interés de una parte acusadora [Blesa] de no permitir el acceso a la defensa de un material probatorio altamente cualificado para defenderse de las imputaciones”.

    La querella del juez Silva destaca que Gavilán sólo tardó siete días en descartar los correos de Blesa al entender que era de carácter íntimo, lo que, “a razón de 1.242 correos diarios en una jornada de ocho horas, sin pausa alguna, implicarían leer 155 correos a la hora, todo un record si se tiene en consideración que, además, debía discernir sobre los mismos”.

    El juez Silva señala además que dichos e-mails eran corporativos, no íntimos, y a ese respecto recuerda que el Tribunal Constitucional “entiende que quedan fuera de la protección del secreto de las comunicaciones (también de la intimidad) aquellos canales que no son cerrados, por no prever la confidencial, como son los correos corporativos pertenecientes a una empresa, cuyo Convenio o regulación advierten que son de uso exclusivo de la empresa, para materias reservadas a empresa y no de índole íntimo”.

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