Caja Madrid prometía a sus clientes recomprar las preferentes en siete días

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Caja Madrid prometía a sus clientes recomprar las preferentes en siete días

Sucursal de Caja Madrid

El ‘15MpaRato’ ha presentado tres documentos internos de Caja Madrid en 2009 que a su juicio muestran que las preferentes “eran una estafa y que se buscó a los más débiles para estafarlos”. El ‘15MpaRato’ ha presentado tres documentos internos de Caja Madrid en 2009, incluidos los argumentarios que se pasaban a los empleados de la entidad, que a su juicio muestran que las preferentes “eran una estafa y que se buscó a los más débiles para estafarlos”.

Estos argumentarios internos se les pasaba a los empleados con la advertencia de “no enseñar a los clientes”, según denuncia la asociación. El ‘15MpaRato’, que actúa de acusación particular en el escándalo de las preferentes, ha colgado de este modo en su web el plan provincial de venta que Caja Madrid envió a su dirección en Toledo. En este documento, Caja Madrid comunicaba a sus trabajadores que la emisión de preferentes “es vital para la entidad” y que “todos debemos participar en la venta activa”.

La asociación remite también otros dos documentos en los que se explicaba a los empleados que argumentos debían presentar a los clientes para comercializar las participaciones preferentes, una información que “no debe estar en nuestras oficinas a la vista de los clientes”. En estos argumentarios se aseguraba que aunque las preferentes no estaban cubiertas por el Fondo de Garantía de Depósitos, sí contaban con la “garantía 100% de Caja Madrid”. “Las participaciones preferentes forman parte de los recursos propios de la entidad, al igual que las acciones forman parte de los recursos propios de los bancos”, se explicaba.

Asimismo, detallaba el argumentario, los títulos cotizarán en la AIAF y “existirá un mercado secundario en la propia entidad”, donde las participaciones de los clientes “serán adquiridas en un plazo máximo de siete días hábiles, a precio de mercado”.

“La seguridad no existía., pero el empleado las vendía como seguras”, denuncia el ‘15mPaRato’, que destaca que aunque “no existía ninguna garantía, la palabra garantía estaba presente constantemente en la conversación de venta, como si efectivamente existiera”. Al mismo tiempo, “no existía liquidez alguna, pero siempre se insistía en que en unos días se recuperaba el dinero cuando el cliente quisiera”.

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