Hacienda estrecha el marcaje sobre Abanca: bajo inspección fiscal todos los años desde su creación

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Hacienda estrecha el marcaje sobre Abanca: bajo inspección fiscal todos los años desde su creación

Oficina de Abanca

Abanca defiende que “la deuda tributaria que pudiera derivarse no tendría una incidencia significativa” en sus cuentas anuales. Abanca, el banco heredero de Novacaixagalicia que fue adquirido por el grupo Banesco al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), mantiene “abiertos a inspección fiscal todos los ejercicios para los principales impuestos que le resultan aplicables desde su constitución”, según reconoce la entidad en el Informe Anual remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

No obstante, el estrecho marcaje al que Hacienda somete al banco no tiene tanto que ver con la gestión de sus nuevos dueños como con la ‘herencia’ de los antiguos gestores, no sólo el equipo directivo comandado por José María Castellano –presidente de Novacaixagalicia desde 2011- sino también los de Caixanova –presidida por Julio Fernández Gayoso– y Caixa Galicia –al frente de la cual estaba José Luis Méndez-.

En lo que respecta a las entidades fusionadas que dieron lugar a Novacaixagalicia, la Administración Tributaria notificó el inicio de actuaciones inspectoras en relación con lo que ahora es la Fundación Galicia Obra Social, “correspondientes a los períodos comprendidos entre 7/2011 a 12/2013, salvo en lo que se refiere al Impuesto sobre Sociedades, que corresponde a los ejercicios 2010 a 2013”.

Asimismo, en julio de 2009, Caixanova recibió comunicación de “inicio de actuaciones de comprobación e investigación relativas al Impuesto sobre Sociedades correspondiente al ejercicio 2004”. Posteriormente, en enero de 2010 se recibió “notificación de liquidación definitiva firmada en disconformidad, derivada de un acta de disconformidad previa, por importe de 846.000 euros”. Esta liquidación ha sido objeto de reclamación económico administrativa ante el Tribunal Económico Administrativo Central.

“Finalmente, en el ejercicio 2015, como consecuencia de la actuación inspectora de las autoridades fiscales, se han incoado actas de inspección hasta el ejercicio 2009 inclusive, todas ellas firmadas en conformidad, que han devenido firmes en el propio ejercicio 2015”.

“Debido a la existencia de diferentes interpretaciones de la normativa fiscal aplicable a las operaciones realizadas por el Banco, los resultados de las actuaciones de comprobación que en el futuro pudieran llevar a cabo las autoridades fiscales para los años sujetos a verificación podrían dar lugar a pasivos fiscales de carácter contingente que no son susceptibles de cuantificación objetiva”, reconoce Abanca.

No obstante, en opinión del consejo de administración, “la deuda tributaria que, en su caso, pudiera derivarse, no tendría una incidencia significativa en estas cuentas anuales”. Abanca cerró el ejercicio 2015 con unos beneficios de 330 millones de euros.

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