Más de un 75% de las multinacionales se han negado a cooperar con el Parlamento Europeo

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Más de un 75% de las multinacionales se han negado a cooperar con el Parlamento Europeo

Parlamento Europeo

Las resistencias se han producido en la comisión sobre fiscalidad y afectan a algunas de las compañías más conocidas como Google, Facebook, McDonald’s o Amazon. El Parlamento Europeo aprobó el pasado 25 de noviembre un texto “sobre resoluciones fiscales y otras medidas de naturaleza o efectos similares” resultado del trabajo que una comisión especial desarrolló a lo largo de 2015. Una labor que no contó con la colaboración de las multinacionales, pese a que -o quizá precisamente- como concluyó el informe éstas son las más beneficiadas de estrategias que les sirven para pagar porcentajes tan reducidos como un 5% de impuesto sobre sociedades frente al 30% de empresas más pequeñas.

Pese a que 17 multinacionales fueron invitadas reiteradamente a participar en la citada comisión, sólo cuatro accedieron a comparecer inicialmente para debatir cuestiones de planificación fiscal internacional. En concreto, sólo Airbus, BNP Paribas, SSE plc (la antigua Scotish and Southern Energy) y Total S.A. aceptaron la solicitud de la comisión parlamentaria que calificó el hecho como «inaceptable y sumamente perjudicial para la dignidad del Parlamento Europeo y de los ciudadanos a los que representa».

Las 13 restantes -14 si se consideran a Amazon.co.uk Ltd y Amazon s.a.r.l. como dos compañías diferentes como hizo la comisión- rechazaron comparecer. Alguna de ellas como Amazon o HSBC alegando una investigación en marcha. Curiosamente toda una serie de justificaciones que tan sólo unos meses después ya no serían impedimento.

Así, hay que matizar que 11 multinacionales adicionales de ese grupo de 13 accedieron finalmente a presentarse ante dicha Comisión denominada como TAXE. Pero únicamente lo hicieron después de que esta hubiera procedido a la votación del informe y poco después de su votación en el Pleno. Es decir, poco más que un brindis al sol de ese grupo de 11 compañías en el que figuran algunas compañías más visibles y reconocibles para los consumidores europeos como Amazon, Anheuser-Busch InBev, Barclays Bank Group, Coca-Cola Company, Facebook, Google, HSBC Bank plc, IKEA, McDonald’s Corporation, Philip Morris y Walt Disney Company.

Por su parte, Fiat Chrysler Automobiles y Walmart ni tan siquiera tuvieron esta última deferencia. Un hecho que pese a la contundente declaración de la comisión de trabajo que, como hemos señalado anteriormente definió como «inaceptable», tampoco ha tenido mayores consecuencias que una recomendación para que las «autoridades competentes examinen la posibilidad de privar a estas empresas del acceso a los locales del Parlamento».

Todo ello pese a que no son menores las cuestiones que alguna de estas empresas habría debido de aclarar como los más de 1.000 millones de euros perdidos que las prácticas fiscales de McDonald’s habrían ocasionado a los países europeos, tan sólo entre 2009 y 2013. Al menos ese es el cálculo del informe elaborado Federación Sindical Europea de Servicios Públicos (FSESP): «Unhappy meal – €1 Billion in Tax Avoidance on the Menu at McDonald’s». Un trabajo al que se hacía referencia en los trabajos de esta comisión, pero que de esta forma no se pudo contrastar con la propia compañía.

O los casos de ayudas estatales relacionadas con la fiscalidad de Apple en Irlanda, Fiat Finance and Trade y Amazon en Luxemburgo o Starbucks en los Países Bajos. Unas oportunidades de análisis que además son extremadamente reducidas ya que como destacaba el propio informe «la Comisión Europea solamente ha tramitado un número reducido de casos» relacionados con este tipo de prácticas.

Así las cosas, no parece que la disposición a colaborar en esta materia del Ejecutivo comunitario fuese la mejor ya que como lamentaba el informe, la Comisión Europea sólo «dio conocer menos del 5 % del número total de documentos solicitados, que serían unos 5 500». También se lamentaba de «la falta de cooperación con la comisión por parte de la Comisión y del Consejo», lo que, a su juicio, «impide cumplir con su mandato» al grupo de trabajo parlamentario.

Precisamente quizá en algunos de esos países del Consejo europeo habría que buscar la clave de gran parte de estos obstáculos que venimos describiendo. Así, una de los dos ponentes del informe, la eurodiputada socialista portuguesa Elisa Ferreira, declaró en relación a las visitas que los eurodiputados de TAXE realizaron para entrevistarse con responsables públicos de Bélgica, Luxemburgo, Suiza, Irlanda, Países Bajos y Reino Unido: «Nos dieron una cálida bienvenida, pero en cuanto entras en detalles, se impone el secretismo».

Y es que como indicó el otro ponente, el eurodiputado liberal alemán Michael Theurer: «La planificación fiscal agresiva de algunos países de la Unión Europea ha aumentado su bases imponibles nacionales a costa de las de sus socios europeos». Todo ello aunque sea «con consecuencias negativas para el conjunto de la sociedad», pero que probablemente explica esa «resistencia firme de actores importantes, ciertos Estados de la Unión Europea y la Comisión Europea» denunciada también en las declaraciones de Theurer al presentar el informe.

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