El plan presentado por el banco prevé 612 bajas voluntarias hasta el 31 de diciembre de 2017. Liberbank ya ha comunicado a los sindicatos el polémico plan de bajas voluntarias incentivadas para trabajadores de mayor edad que anticipó el pasado verano. El plan, que afectará a 612 trabajadores, se produce en un momento en que el banco se encuentra inmerso en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que contempla recortes de jornada y salarios para la plantilla hasta junio de 2017.
Según publica la agencia Europa Press, que ha tenido acceso al documento entregado a los sindicatos, el banco surgido de la fusión de Cajastur (CCM), Caja Cantabria y Caja Extremadura ofrece entre el 75% y el 80% del salario neto a más de 600 empleados en este plan de bajas incentivadas.
Las condiciones principales de esta medida son, por una parte, una renta mensual para el empleado hasta que cumpla 63 años de edad, que será equivalente al 60 por ciento de su salario bruto fijo actual, sin reducción de jornada ni reducciones del ERTE, y con unos límites de un mínimo del 75% y un máximo del 80% del salario neto que percibiría el trabajador de seguir trabajando.
Del mismo modo, se lleva a cabo el mantenimiento de las condiciones de los préstamos de empleados en vigor y, finalmente, el pago por Liberbank del Convenio Especial hasta los 63 años para el mantenimiento de las pensiones de jubilación de los empleados acogidos al plan.
El plan de prejubilaciones voluntarias prevé como fechas en las que se materializarían las salidas el 31 de diciembre de 2015 para los nacidos con anterioridad a 31 de diciembre de 1956; el 31 de diciembre de 2016 para los nacidos en el año 1957; y el 30 de junio de 2017 para los nacidos en el año 1958.
La ejecución de este plan de bajas incentivadas tendrá un coste estimado, a valor actual, de alrededor de 111 millones de euros, importe que ya está provisionado por Liberbank.
