Junto al ERE para 1.557 empleados, a partir del 1 de enero de 2016 las condiciones laborales se homologarán a las existentes en BBVA. El expediente de regularización de empleo (ERE) acordado por BBVA con los sindicatos de CatalunyaCaixa para 1.557 empleados traerá aparejado un proceso de homologación de las condiciones laborales que se traducirá en un recorte de hasta un 15% en los salarios que perciban los trabajadores de la entidad catalana.
Las condiciones laborales de los trabajadores de CatalunyaCaixa se homologarán a las existentes en BBVA con efectos desde el 1 de enero de 2016. Según las tablas salariales de 2014, y sin contar los diferentes complementos, los salarios anuales de los empleados del banco que preside Francisco González van de algo más de 20.000 euros anuales a unos 53.300 euros, mientras que en CatalunyaCaixa las diferencias son mayores: oscilan entre 18.841 y 63.000 euros.
‘Grosso modo’, esto significa que la homologación salarial conllevará un recorte del 15% para los empleados de la entidad catalana. Sólo será una buena noticia para los trabajadores que perciben el tramo salarial más bajo, que pasarán de 18.841 euros a 20.000 euros (+6%), pero en el resto de los casos supondrá un recorte.
Además, el traspaso del convenio del ahorro al convenio de la banca también podría conllevar la pérdida de algunas ventajas, si bien ambos convenios están actualmente en negociación y las intenciones iniciales de las patronales parecen confluir.
Junto a la confluencia de los horarios, el banco ha acordado con el 100% de la representación sindical de CatalunyaCaixa una reducción de la plantilla de la entidad catalana de 1.557 personas, que se hará a través de la desvinculación de 1.157 personas y la incorporación de 400 empleados a la plantilla de BBVA. En un primer momento, la dirección del banco había propuesto 2.000 bajas, que luego había recortado hasta 1.901.
De los 1.557 empleados afectados finalmente por el ERE, se podrán prejubilar un total de 631 trabajadores de 55 o más años, cobrando un 70% del salario bruto hasta los 63 años. Otros 150 trabajadores podrán acogerse a una excedencia remunerada con derecho a retorno, mientras que se ha pactado un máximo de 75 ‘dimisiones voluntarias’, fórmula pensada para personas entre 50 y 54 años que incluye una indemnización mayor de la acordada para los menores de 50 pero que no da derecho a paro.
Al resto de empleados, es decir, a los menores de 50 años interesados en dejar la entidad, se les abonará una indemnización equivalente a 30 días por año trabajado con un máximo de 30 mensualidades más una prima adicional proporcional a su antigüedad.
