CIG acusa a Abanca de usar las aperturas de oficinas por la tarde para obligar a los empleados a realizar ‘horas extra’ sin cobrar. El próximo 16 de diciembre, la dirección de Abanca, antigua Novagalicia, volverá a sentarse con los sindicatos para presentarles el informe económico con el que pretende justificar los ajustes de horario y sueldo que ha planteado, y que cuentan con el rechazo de todas las formaciones sindicales.
Abanca, que dispone de un total de 4.874 trabajadores tras la integración de Banco Etcheverría, ha planteado a lo representantes de los sindicatos su intención de abrir un total de 190 oficinas, 88 más de las 102 actuales) por las tardes, entre las 16:30 y las 19:00 horas, de lunes a jueves.
Sin embargo, para los sindicatos esta propuesta ‘tiene gato encerrado’, ya que de hecho el acuerdo alcanzado en la entonces Novagalicia a principios de 2013 establecía la apertura de un máximo de 190 sucursales en horario extendido. Tal y como critica CIG en un comunicado, si querían abrir las 88 restantes que quedaban a ese horario podían hacerlo sin necesidad de una nueva negociación.
Sin embargo, no se hizo, porque “no es rentable”, destaca el sindicato nacionalista, que considera que la dirección con esta maniobra pretende “dar naturaleza de ley al horario ilegal que tenían los trabajadores de Banco Etcheverría de cinco a siete de la tarde”. CIG señala que son “horas extras no remuneradas, no cotizadas y por las que Hacienda tampoco cobra”. “Esa es una de las claves ocultas de la negociación”, destaca la formación sindical.
CIG considera que “Abanca, bajo la denominación de ‘horario flexible’, quiere desplegar una ‘jornada de trabajo irregular’ más allá de lo que permite la legislación y sin las garantías previstas en la misma”.
Junto al cambio de horario, la otra clave de la negociación de Abanca es un ajuste salarial de la plantilla que todavía no ha cuantificado pero sobre el que ya habían corrido rumores en la entidad antes de abrirse la negociación. De hecho, en una operación previa en la que la antigua Novagalicia vendió una red de 70 sucursales a Banco Etcheverría, los 200 empleados que se vieron implicados sufrieron un recorte de sueldo del 15% de media.
Los trabajadores de las antiguas Caixa Galicia y Caixanova han soportado hasta cuatro ERE desde que se realizó la fusión de ambas entidades, pasándose de casi 8.000 empleados a prácticamente la mitad.
Hace casi un año, Banesco ganó la subasta de Novagalicia por unos 1.000 millones de euros, frente a los más de 9.000 millones que costó el rescate de la entidad. El grupo venezolano fusionó la entidad con el también gallego Banco Etcheverría, que ya controlaba, dando origen a la actual Abanca.
