El Banco de España constata la desaceleración de la economía española

Macroeconomía

El Banco de España constata la desaceleración de la economía española

Banco de España - Foto: Raúl Fernández

El supervisor financiero avisa de “la progresiva disminución” de la contribución de la demanda exterior neta al PIB. La economía española moderó su crecimiento al 0,5% en el tercer trimestre del año, tras haber crecido un 0,6% entre abril y junio, según las estimaciones que ha adelantado el Banco de España en su informe trimestral sobre la economía española incluido en su Boletín de octubre. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará el próximo día 30 el avance del PIB, aunque para conocer las cifras detalladas de la Contabilidad Nacional habrá que esperar hasta el 27 de noviembre.

La institución que dirige Luis María Linde asegura que durante el tercer trimestre “se prolongó la pauta de recuperación que se empezó a perfilar el año pasado”, apoyada en la progresiva normalización de las condiciones de financiación, el mantenimiento de niveles de confianza “relativamente robustos” y la “favorable evolución del mercado laboral”. Sin embargo, avisa de que los riesgos de desviación a la baja se han acentuado en los últimos meses por el empeoramiento de las perspectivas de la economía internacional, en particular de la zona del euro.

En el tercer trimestre del año, el supervisor financiero estima que la demanda interna avanzó a un ritmo del 0,6% en tasa intertrimestral, mientras que la demanda exterior habría tenido una contribución “levemente negativa” (-0,1%) al avance del producto.

En concreto, avanza que el ritmo del gasto del sector privado no financiero se redujo “levemente” en el tercer trimestre y en el caso de algunos componentes de la demanda interna (la inversión empresarial, principalmente), la desaceleración de los planes de gasto podría empezar a reflejar el deterioro del entorno exterior y las dudas sobre la recuperación del área del euro.

Así, estima un aumento del consumo de los hogares del 0,5%, algo inferior al observado el trimestre precedente. A su parecer, la cifra se apoya en la creación de empleo y en la fortaleza que aún mantiene el gasto de algunos componentes de consumo duradero. El consumo público habría registrado una tasa de variación intertrimestral cercana a cero.

La inversión residencial, por su parte, atenuó su tasa de retroceso en un contexto en el que los visados de obra nueva y los indicadores de demanda de vivienda dieron señales de estabilización tras siete años de ajuste. En el ámbito empresarial, el banco emisor afirma que la inversión productiva mostró una desaceleración en el tercer trimestre por la ralentización de la inversión en bienes de equipo. A su juicio, la desaceleración del gasto de las empresas podría estar relacionada con el aumento de la incertidumbre en torno a la cartera de pedidos exteriores.

En cuanto al sector exterior, asegura que la evolución más reciente de los intercambios de bienes y servicios con el exterior confirma “la progresiva disminución” de la contribución de la demanda exterior neta al PIB. Así, a lo largo del último trimestre el avance de las exportaciones de bienes se vio limitado por la pérdida de dinamismo de los mercados de exportación por la falta de pulso de la zona del euro, mientras que las importaciones mantuvieron tasas elevadas de avance.

Más información