El 66% de los sin techo tiene estudios superiores

Sociedad

El 66% de los sin techo tiene estudios superiores

Mendigo

Según un estudio de la Universidad de Alcalá y la Complutense de Madrid el 80% de los sin hogar madrileños son principalmente hombres. Investigadores del departamento de Psicología Social de la Universidad de Alcalá (UAH) y la Complutense de Madrid (UCM) han elaborado un estudio sobre las personas sin hogar de la Comunidad de Madrid y el resultado ha arrojado que los sin techo son principalmente hombres (80%), con una media de edad de 47 años, españoles (70,7%), con estudios de secundario o educación superior (65%), solteros y en situación de desempleo (más del 75%).

En este informe, recogido por la agencia Sinc, se describen las características de las personas sin hogar en la región, comparándolo además con otros dos colectivos: personas en situación de riesgo de llegar a la situación sin hogar y población general. Se estima que en la comunidad viven más de 2.000 personas sin hogar. Los investigadores han trabajado sobre una muestra de 188 personas, a partir del invierno 2011-2012. La mayoría no vive en la calle, sino en centros de acogida y albergues.

El trabajo forma parte del proyecto Estudio de la incidencia de los sucesos vitales estresantes, atribuciones causales y estereotipos en los procesos de exclusión-inclusión social de las personas sin hogar, que dirigen José Juan Vázquez (UAH) y Sonia Panadero (UCM) y que está financiado por el Plan Nacional I+D+i.

Más gente en comedores sociales

«De momento, los datos no parecen indicar que haya habido un incremento espectacular en el número de personas sin hogar durante la crisis; hay más gente que acude a los comedores sociales y precisan de otros recursos asistenciales, pero no se han quedado en la calle. En nuestro país todavía las redes sociales (familiares, amigos) funcionan con fuerza, evitándolo», explica Vázquez.

En el estudio se ha encontrado un importante aumento de la edad media de los participantes, que se ha elevado de 40 años a principios de la década de 2000 a 47 en la actualidad. Si los menores de 30 años habían supuesto de forma constante desde 1972 entre el 19% y el 24,5% de las personas sin hogar, hoy suponen el 10% de los entrevistados. También se ha incrementado la duración de esta situación, que se ha duplicado desde 2000, situándose actualmente en siete años de media.

Otro de los aspectos que más ha cambiado a lo largo de los últimos años en este colectivo, y que es fiel reflejo de los que ha sucedido en la sociedad española, tiene que ver con el porcentaje de personas inmigrantes, que en nuestra sociedad ha aumentado progresivamente: desde el 5% en la década de los 70 del siglo XX, hasta el 48,2% a principios del XXI (según datos del Instituto Nacional de Estadística, 2005). En este trabajo, el porcentaje de inmigrantes sin hogar se sitúa en un 28%.

Respecto al nivel educativo, las primeras investigaciones realizadas encontraron unos porcentajes por encima del 40% de personas que carecían de educación formal. Sin embargo, este estudio desvela que las personas sin hogar que han cursado estudios de secundaria o educación superior llega hasta casi el 65%. Además, en torno al 12% tiene estudios universitarios.

En cuanto al uso de nuevas tecnologías, el 60% de los entrevistados tiene teléfono móvil y el 41% utiliza el ordenador con distintas finalidades; el 17% son usuarios de redes sociales y el 34% dispone de dirección de correo electrónico.

Causas

Las personas en situación sin hogar atribuyen fundamentalmente esta situación a motivos relacionados con circunstancias personales, mientras que las que están en riesgo de llegar a esa situación lo achacan en mayor medida a la situación general de empleo. Entre las personas sin hogar, sólo un 3,2% trabaja, el 79,3% está en paro y un 15,4% es jubilado o pensionista.

Cuentan con unos ingresos muy reducidos (poco más de 200 euros mensuales de media), procedentes de diferentes fuentes, como la Renta Mínima de Inserción (22% de los casos), pensiones no contributivas (8%) o el ejercicio de la mendicidad, que a pesar de la imagen que a menudo se tiene de este colectivo, practica sólo el 12%. La principal diferencia con el grupo de riesgo es que el 21% de las personas en situación de riesgo cobra la prestación por desempleo, mientras que tan sólo el 4% de las personas sin hogar recibe este ingreso, además de que parecen contar en mayor medida con la ayuda y apoyo económico de sus familiares.

Casi tres de cada cuatro sentía que tenían a alguien con el que poder contar en caso de necesitar ayuda, o a alguien que les escuchase, aunque en la mayoría de los casos se trata de alguno de los profesionales de los recursos en los que son atendidos. Resultan llamativos los datos sobre discapacidad en la población sin hogar: un 35% de los entrevistados manifiestan padecer una discapacidad física o sensorial, teniendo en el 63% de los casos certificado oficial de reconocimiento de la discapacidad.

Respecto al consumo de alcohol y otras sustancias, el trabajo muestra un consumo elevado de alcohol entre las personas sin hogar y la presencia de problemas relacionados con dicho consumo: un 29% de los encuestados reconocen beber al menos cuatro días a la semana, con un consumo medio diario de 5,7 vasos. El 54% perciben haber tenido problemas relacionados con el consumo de alcohol en algún momento de su vida, habiendo recibido tratamiento un 10%.

Más información