Antes de dar el salto a la gran pantalla, Shaun ya era bien conocida por muchos por protagonizar una serie desde 2007. El prestigioso estudio británico Aardman es el máximo estandarte de la animación europea gracias a su trabajo artesanal con la plastilina y la técnica del ‘stop motion’. Con varios Oscars a sus espaldas, su popularidad se apoya principalmente en dos personajes: Wallace y Gromit, protagonistas de varios cortos y una película. Precisamente, en una de las aventuras del inventor amante del queso y su perro apareció por primera vez la oveja Shaun, el lanudo animal sobre la que gira el sexto largometraje de la factoría inglesa.
Antes de dar el salto a la gran pantalla, Shaun ya era bien conocida por muchos por protagonizar una serie desde 2007. Así, el máximo reto de los directores y guionistas de la cinta, Mark Burton y Richard Starzak, era trasladar la esencia de los capítulos de siete minutos a una película de aproximadamente hora y media sin perder el encanto, la fluidez y la chispa del pequeño espacio televisivo.
Un desafío aún más complicado de lo que parece si se tiene en cuenta que los personajes no hablan. No hay diálogos, tan solo se escucha de vez en cuando algún balido o rugido animal y los murmullos de los humanos.
‘La oveja Shaun: La película’ logra el objetivo ofreciendo una historia divertida y equilibrada que no deja espacio para el aburrimiento. Se trata de una de las mejores cintas de la filmografía de Aardman, que cuenta en su haber con producciones como la oscarizada ‘Wallace & Gromit: La maldición de las verduras’ y ‘Chiken Run: Evasión en la granja’. Tras experimentar con el digital en ‘Ratónpolis’ y ‘Arthur Chrismas: Operación regalo’ y con el 3D en ‘¡Piratas!’, el estudio británico de animación vuelve a sus orígenes, a lo que mejor se le da.
En el film, la oveja idea un plan para poder tener un día libre, para escapar de la rutina durante 24 horas. Pero este pequeño acto de rebeldía se desmadra y Shaun y el resto del rebaño, acompañados por el perro Blitzer, tendrán que desplazarse a la Gran Ciudad en busca del Granjero. Vivirán una descacharrante aventura para encontrar a su dueño, mientras escapan de un malvado ‘capturador’ de animales.
En esta odisea urbana, el inconveniente de carecer de diálogo se convierte en un punto fuerte. Burton y Starzak saben manejar el ‘tempo’ cómico en una sucesión de ‘gags’ ocurrentes y graciosos, sencillos pero efectivos. Hacen un homenaje a las comedias del cine mudo, a Chaplin o a Buster Keaton.
Además del acierto del guión, lo que más destaca en las producciones de Aardman es el mimo y el detallismo del aspecto formal. La técnica del ‘claymation’, basada en el uso de plastilina o arcilla, requiere un esfuerzo y un cuidado excepcionales y la factoría inglesa ofrece, como siempre, unos magníficos acabados. Es capaz de mostrar las expresiones y sentimientos de unos personajes que no hablan.
‘La oveja Shaun: La película’ es una comedia de animación encantadora que hará disfrutar tanto a niños como a adultos. Sin olvidar el gran trabajo de artesanía que hay detrás.
