Las conexiones políticas del dueño de la productora de ‘Entre Todos’ ponen de manifiesto nuevas ‘comunidades’ de intereses entre los dos grandes partidos. El programa ‘Entre Todos’, emitido por ‘La 1’ y presentado por la sin par Toñi Moreno, ha cerrado su primera temporada entre polémicas variadas, una denuncia de la Fiscalía por presunta vulneración de los derechos de un menor con discapacidad y unos resultados de audiencia más que discretos.
Sin embargo, es probable que vuelva a antena. Sobre todo, porque el presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, que accedió al cargo tras la victoria del PP en las últimas elecciones generales, ha realizado una defensa a ultranza de la ‘utilidad social’ de este espacio, que se especializa en recabar ayuda entre los telespectadores para personas muy golpeadas por la crisis.
A muchos les choca, sin embargo, la cercanía de los altos cargos populares que mandan ahora en el Ente público con una productora privada, en este caso Proamagna, cuyo máximo responsable es Pablo Carrasco, quien fuera director general de Canal Sur, nombrado por Manuel Chaves. Esa televisión pública andaluza que ha recibido tantas críticas del PP por su trato de favor hacia el PSOE.
No es esta la única paradoja del caso. De hecho, Carrasco ocupó cargos importantes en RTVE en la etapa en que el socialista José Luis Rodríguez Zapatero presidía el Gobierno de España. Fue director de Contenidos de TVE entre enero de 2005 y junio de 2007.
Su paso por la televisión pública nacional, según comentaba en aquella época El Extraconfidencial, estuvo salpicado de problemas con los sindicatos y muchas acusaciones soterradas en los pasillos de Prado del Rey y Torrespaña que algunos veteranos que siguen en la casa recuerdan estos días.
Los índices de audiencia de los programas que contrató a productoras privadas no fueron buenos, según parece, y hasta podría haber intentado sancionar, según aseguran sin pruebas las lenguas más viperinas de TVE; a los responsables de un sindicato que por aquel entonces imprimieron un décimo de lotería con el rostro de la presidenta de la Corporación que era Carmen Caffarel.
Pero los comentarios más extendidos en esos tiempos eran los que daban en relacionarle con el entorno del dirigente popular Javier Arenas, a pesar de estar sólidamente instalado en el ámbito del socialismo andaluz.
De hecho, cuando salió de TVE y antes de entrar en Canal Sur trabajó en el sector privado, en concreto en ZZJ, una productora que había colocado muchos programas, como ‘Gente de Primera’, en la televisión pública nacional cuando mandaba allí Carrasco.
Y, al parecer, en ella, o eso dicen sin aportar pruebas las malas lenguas de Prado, tenía una participación Eduardo Arenas, el hermano de Javier Arenas. Lo que sí es cierto, con total seguridad, es que el nombramiento de Carrasco en Canal Sur, a pesar de ser propuesto por Manuel Chaves, fue fruto de un pacto entre el PSOE y el PP y se ratificó en el Parlamento Andaluz.
