El presidente del Ente Público declarará en la Audiencia Nacional el próximo 17 de julio. La dimisión de Ignacio Corrales, hasta ayer director de TVE, puede no ser suficiente para que el actual presidente del Ente Público, Leopoldo González-Echenique, mantenga el cargo. Ni siquiera amparándose en la supuesta protección de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, de la que gozaría, según se afirma, sin pruebas que lo demuestren, en los pasillos de Prado del Rey y Torrespaña.
Pero Echenique no podría seguir en su puesto si la Justicia detecta irregularidades en su gestión. Y, aunque es pronto para asegurar que esta posibilidad existe, lo cierto es que, de momento, ha sido llamado a declarar ante la Sala de los Social de la Audiencia Nacional el próximo 17 de julio, según afirma CCOO en un comunicado a sus afiliados.
Echenique irá allí a causa de una demanda contra él, presentada por este mismo sindicato, que le acusa de haber actuado con mala fe en la negociación del II Convenio Colectivo y haber lesionado el derecho de información y de libertad sindical.
CCOO sostiene, y va a intentar demostrar que la Empresa incurrió en flagrantes ilegalidades en el proceso al haber aportado una información económica errónea, lo que habría vulnerado los artículos 64 y 89 del Estatuto de los Trabajadores.
Estas disposiciones establecen la obligación de negociar bajo el principio de buena fé. Además, Echenique y su equipo también habrían vulnerado los artículos 28.1 y 37 de la Constitución que recogen el derecho a recibir una información correcta y adecuada, siempre según el sindicato.
Junto a Echenique, también tendrán que declarar el mismo día la secretaria del Consejo de Administración de RTVE, Laura de Rivera, el director Corporativo, Enrique Alejo, y Carmen Román que tenía el cargo de directora de Recursos Humanos, pero ya ha sido sustuida.
