Cuba adopta una nuevo sistema para luchar contra las falsificaciones de cigarros puros, basado en un holograma de seguridad. Las falsificaciones de cigarros habanos siguen en aumento. En todo el mundo. Y, desde la isla se buscan fórmulas para luchar contra ellas. El último invento es la inclusión de un nuevo holograma de seguridad en la anilla de la marca Cohíba Behike, que permite que el tabaco sea identificado en cualquier parte del mundo, y proporciona información adicional sobre su distribuidor, el número de factura y otros detalles.
Según algunos especialistas de la empresa Habanos S.A., encargada de distribuir y comercializar en más de 150 países los considerados mejores tabacos del mundo, los tres formatos del Behike: BHK 52, BHK 54 y BHK 56 incorporarán progresivamente este nuevo holograma a su anilla, y por eso en los próximos meses coexistirán en los puntos de venta tanto la anterior identificación como la nueva.
Desde que se presentaron en 2010, las anillas de Behike incorporan la cabeza de indio característica de Cohíba en papel holográfico en relieve, además de un exclusivo holograma de seguridad en cada una de ellas.
Cohíba, establecida en 1966, es reconocida como la marca insignia de los puros cubanos. Su nombre proviene de los indígenas taínos y se refiere a los manojos de hojas de tabaco que fumaban los naturales en Cuba, algo así como la primera forma de cigarro conocida.
Durante el XII Festival Internacional del Habano en 2010 salió al mercado la línea Behike, lanzado comercialmente como «el secreto mejor guardado de Cohíba», la cual se convirtió desde entonces en la máxima expresión en sabor y aromas del Habano.
Behike era el nombre que recibían entre los aborígenes cubanos los curanderos o brujos, sin dudas las personalidades más importantes de aquellas primitivas sociedades, tanto como el jefe de la tribu, el cacique.
Anualmente se producen cantidades extremadamente limitadas del Behike, porque es confeccionada su liga con el “medio tiempo”, una hoja que según los expertos le aporta carácter y sabor excepcionales. Quizá por ello y por su excelente calidad el Behike alcanza precios astronómicos: Una caja de diez puros puede costar fácilmente más de 300 dólares (221,4 euros).
Así que si usted puede darse el lujo de quemar una buena cantidad de dinero en el placer de degustar un Behike, bien vale la pena toda medida para que asegure que las volutas de humo sean legítimas y no un engaño. Y si está en Cuba, cómprelo siempre en las tiendas especializadas y nunca acepte las tentadoras ofertas callejeras.
